Compota de fruta de invierno y naranja: reconfortante postre saludable
Fruta y solo fruta. La compota no es únicamente un plato de enfermito, sino que tiene valores gastronómicos todavía por descubrir
Llegado el invierno, el cuerpo nos pide platos cálidos, dulces y energéticos para afrontar los días fríos y la falta de luz. Todo esto suena a sinónimo de calórico, elaborado y poco sano. ¡Hemos dado con la solución! Preparando una compota con frutas de temporada y especias, no solo conseguimos un postre delicioso, sino que aportamos a nuestro organismo vitaminas, fibra y minerales esenciales de manera natural y sin adicción de azúcares refinados. La canela y el anís aportan un aroma especiado y nos ayudan a entrar en calor. Además, producen efectos beneficiosos en el aparato digestivo. Esta compota resulta deliciosa tanto caliente y recién hecha como una vez fría para acompañar un yogur o un bizcocho. Una excelente manera de seguir consumiendo fruta en los meses más fríos de invierno. Y si quieres potenciar el efecto de la vitamina C, añade un poco de zumo de naranja recién exprimido en el último momento.
Preparación: 30 minutos. Dificultad: fácil. Coste: económico. Comensales: 4
Ingredientes
- 2 manzanas
- 2 peras
- 1 plátano
- 10 orejones
- 10 dátiles
- 30 g de arándanos secos
- 2 estrellas de anís
- 1 rama de canela
- 200 ml de zumo de naranja
Elaboración
- Pela, descorazona y corta las manzanas y las peras en trozos del tamaño de un bocado.
- Corta el plátano en rodajas de 1 centímetro de grosor.
- Vierte en una cazuela las manzanas, las peras y el plátano.
- Añade el zumo de naranja y mezcla bien.
- Incorpora entonces los orejones, los dátiles, una rama de canela, 30 gramos de arándanos deshidratados y las estrellas de anís.
- Cuece a fuego medio sin que hierva hasta que la fruta esté cocida, pero que no pierda textura ni se deshaga.
- Vierte la compota en una fuente y espolvorea con un poco de canela en polvo.
- Sirve caliente o refrigera en un recipiente hermético.
El truco final
Si quieres endulzar la compota aún más sin añadir azúcares refinados, añade un puñado de dátiles adicionales y tritúralos una vez cocidos con un poco de agua. Conseguirás un sirope dulce natural.
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Llegado el invierno, el cuerpo nos pide platos cálidos, dulces y energéticos para afrontar los días fríos y la falta de luz. Todo esto suena a sinónimo de calórico, elaborado y poco sano. ¡Hemos dado con la solución! Preparando una compota con frutas de temporada y especias, no solo conseguimos un postre delicioso, sino que aportamos a nuestro organismo vitaminas, fibra y minerales esenciales de manera natural y sin adicción de azúcares refinados. La canela y el anís aportan un aroma especiado y nos ayudan a entrar en calor. Además, producen efectos beneficiosos en el aparato digestivo. Esta compota resulta deliciosa tanto caliente y recién hecha como una vez fría para acompañar un yogur o un bizcocho. Una excelente manera de seguir consumiendo fruta en los meses más fríos de invierno. Y si quieres potenciar el efecto de la vitamina C, añade un poco de zumo de naranja recién exprimido en el último momento.