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Campanario y sus gorilas, a tortas en Sevilla
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Campanario y sus gorilas, a tortas en Sevilla

La asistencia de María José Campanario y más rostros conocidos a la fiesta del ron Legendario, celebrada el sábado en el Palacio de Exposiciones de Sevilla,

Foto: Campanario y sus gorilas, a tortas en Sevilla
Campanario y sus gorilas, a tortas en Sevilla

La asistencia de María José Campanario y más rostros conocidos a la fiesta del ron Legendario, celebrada el sábado en el Palacio de Exposiciones de Sevilla, marcaba, para las decenas de medios de comunicación que se desplazaron desde Madrid y Barcelona en aviones y trenes fletados para la ocasión, la actualidad de la agenda rosa del fin de semana. (VER ÁLBUM)

Para el resto de asistentes, unos 9.000 aproximadamente, la fiesta se perfilaba en el horizonte como una ocasión para divertirse y pasarlo bien. La exigencia de lucir un atuendo blanco era la única condición para poder acceder al recinto. Así pues, los invitados se sucedían con la cadencia del atardecer. Largas colas para entrar, que las lujosas limusinas aligeraron con su ir y venir. Vehículos de lujo para los más vip.

Mientras, en el photocall, esa especie de lugar de culto para todo famoso que se precie, la prensa aguardaba la llegada de tan ilustres visitas. Encarnita Polo, Francis Montesinos o la modelo Carla Pereyra quedaron cegados por el fulgor mediático -ya que iba vestido de blanco impoluto- de Darek, otrora novio de la polivalente Ana Obregón.

El polaco posó sonriente y, cuando todos creían que atendería a los compañeros de la prensa, se marchó de un zarpazo. El gesto felino fue obra y gracia de Susana Uribarri, representante artística del sempiterno aspirante a actor, cómico y/o modelo.

Los compañeros de las distintas televisiones y agencias tuvieron sus más y sus menos -y algún que otro golpe- con los guardias de seguridad que le protegieron. Después de lo sucedido, los actores de ‘Sin tetas…’, Rappel o el presunto nuevo ‘amigo’ de Eugenia Martínez de Irujo mantuvieron el listón entre función y función. Pero, si el mutismo y la actitud de Darek disgustaron a más de uno y una, lo sucedido con María José Campanario fue de órdago. Como referente indiscutible del clan ‘Ambiciones’ y máximo exponente de la guerra con Belén Esteban, la mujer de Jesulín se convirtió en el centro de gravedad del evento y el photocall en el epicentro del que algunos ya se han atrevido en denominar ‘Huracán Campanario’. 

A María José, que, como afirmaba la semana pasada Jesulín, vive de sus contratos publicitarios, todavía le faltan maneras en esto del show bussines. Formas y un poco de cortesía. También de blanco posó durante unos escasos segundos que parecía contabilizar según el número de sonrisas que, sorprendentemente, regalaba. Como no fueron muchas, pronto y de repente, abandonó la escena. Esta vez, Susana Uribarri, que representaba a la Campanario para la ocasión, no estaba allí para sacar sus afiladas garras, porque se había marchado al hotel junto a su representado. Así que los guardas de seguridad se tomaron el cumplido por su mano y, al ver que los medios la siguieron en su forzada huida, la escoltaron hasta la entrada a la fiesta.

María José estaba en su salsa. Cuatro gorilas de negro, decenas de flashes y alcachofas -no de las que ella promociona-, cámaras de televisión… Todo parecía gustarle a Campanario. Todo, menos los abucheos de los presentes, que no dudaron en vitorear el nombre de su rival televisiva, Belén Esteban que, sin estar presente, se convirtió en la aplaudida ‘voz del pueblo’.

Ante el superlativo cabreo de los medios de comunicación que, no hay que olvidar, fueron convocados, la organización, que ha confirmado a Vanitatis su disgusto y decepción ante la actuación de la invitada estrella, decidió que, para calmar los incandescentes ánimos de propios y extraños, tanto Darek como María José Campanario saldrían para hablar sobre sus breves impresiones de aquella noche festiva. Como quince minutos no dan para mucho, el primero en salir, Darek, volvió a engañar a los allí presentes con la misma gracia que demostró en aquel programa de televisión en el que participó- es decir, ninguna- y se marchó sin abrir la boca.

María José hizo lo mismo, aunque sin atisbo público de provocar el gesto débil. Como una auténtica estrella de algún firmamento perdido, María José se fue de la fiesta escoltada por seis guardias de seguridad -de los del hueso ancho-. De cuatro guardias iniciales, se decidió aumentar la protección hasta seis. Una hinchada seguridad que, ante la permisiva mirada de la mujer del diestro Jesulín, no tuvo ningún reparo en sembrar un poco de pánico entre los allí presentes. Rasguños, confusión y mucha impotencia fue lo que esparció Campanario en Sevilla.

Abotargada al saberse un personaje público, María José Campanario ha vuelto a demostrar que quiere a toda costa su hueco mediático y la consecuente popularidad y fama. En cambio, otras esposas de toreros como Enrique Ponce o Javier Conde, nunca la han pretendido. En esta ocasión, María José se equivocó de semillas. Los directivos y responsables de la firma estaban abochornados por la tomadura de pelo. Avergonzados por lo sucedido,  alguno de ellos comparó con sorna a la Campanario con Madonna. Así pues, Ron Legendario ha lanzado el siguiente comunicado:

"Desde RON LEGENDARIO, emitimos este comunicado, donde afirmamos que en absoluto la marca era conocedora previamente de las intenciones de los invitados de no hacer declaraciones. Para Ron Legendario, fueron una desafortunada sorpresa, los acontecimientos desencadenados, hecho que lamentamos profundamente. Y además de lamentar, consideramos que nos afecta negativamente. Reservándose la marca el inicio de acciones legales en defensa de sus legítimos intereses".

 

La asistencia de María José Campanario y más rostros conocidos a la fiesta del ron Legendario, celebrada el sábado en el Palacio de Exposiciones de Sevilla, marcaba, para las decenas de medios de comunicación que se desplazaron desde Madrid y Barcelona en aviones y trenes fletados para la ocasión, la actualidad de la agenda rosa del fin de semana. (VER ÁLBUM)