Fernando Alonso y Raquel del Rosario alcanzan el clímax
Fernando Alonso encarna la historia de la buena estrella. No la célebre película del fallecido Ricardo Franco sino la propia de un joven asturiano que pasó,
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Fernando Alonso encarna la historia de la buena estrella. No la célebre película del fallecido Ricardo Franco sino la propia de un joven asturiano que pasó, en cuestión de poco tiempo, de corredor de fondo en las hermanas menores de la Fórmula 1 a ser el único español en coronarse campeón del mundo en esta disciplina en 2005. Un título que revalidó un año más tarde para desbordar todas las marcas y las expectativas puestas en él. Tesón, trabajo y pasión han sido siempre sus ingredientes.
Fernando Alonso encarna la historia de la buena estrella. No la célebre película del fallecido Ricardo Franco sino la propia de un joven asturiano que pasó, en cuestión de poco tiempo, de corredor de fondo en las hermanas menores de la Fórmula 1 a ser el único español en coronarse campeón del mundo en esta disciplina en 2005. Un título que revalidó un año más tarde para desbordar todas las marcas y las expectativas puestas en él. Tesón, trabajo y pasión han sido siempre sus ingredientes.