Es noticia
Menú
Al Pacino pagaba con sexo a su casera
  1. Noticias
NOTICIAS

Al Pacino pagaba con sexo a su casera

Las últimas declaraciones del italoamericano Al Pacino no han dejado a nadie indiferente. Alfred James Pacino, que así se llama realmente el actor, ha confesado al

Foto: Al Pacino pagaba con sexo a su casera
Al Pacino pagaba con sexo a su casera

Las últimas declaraciones del italoamericano Al Pacino no han dejado a nadie indiferente. Alfred James Pacino, que así se llama realmente el actor, ha confesado al periódico estadounidense New York Post cuan duros fueron sus inicios. La estrella cinematográfica, sin la economía suficiente para llegar a fin de mes, tuvo que recurrir a la prostitución a cambio de un lugar para pasar la noche.

Hace casi 40 años, muchos años antes de ser considerado toda una celebridad, el protagonista de El Padrino tuvo que vender su cuerpo a cambio de cobijo.

Así lo ha confirmado el propio Pacino, quien declaró al periódico New York Post que, poco después de abandonar sus estudios en su Sicilia natal para perseguir su sueño de convertirse en actor, estuvo viviendo en casa de una señora mayor que él que le proporcionaba comida y una cama donde dormir. Él a cambio, pagaba su alojamiento con favores sexuales.

"A los 20 años vivía en Sicilia vendiendo lo único que tenía: mi cuerpo. Una señora mayor me daba comida y alojamiento a cambio de sexo. Por las mañanas me despertaba odiándome un poco".

A sus 69 años, y con un currículum que incluye papeles emblemáticos como el de Michael Corleone en la trilogía de El Padrino,Tony Montana en Scarface o Carlito Brigante en Carlito's Way, el actor ha confesado que aún hoy se arrepiente de esa etapa de su pasado.
 

Las últimas declaraciones del italoamericano Al Pacino no han dejado a nadie indiferente. Alfred James Pacino, que así se llama realmente el actor, ha confesado al periódico estadounidense New York Post cuan duros fueron sus inicios. La estrella cinematográfica, sin la economía suficiente para llegar a fin de mes, tuvo que recurrir a la prostitución a cambio de un lugar para pasar la noche.