Belén Ordóñez: "Ni estoy arruinada ni en la indigencia"

Mucho se ha hablado sobre la actual situación de Belén Ordóñez. Problemas de dinero, un estado de salud preocupante… Por eso,  la hermana de la reina del papel couché, “harta de tantas mentiras”, ha querido conceder una entrevista a la periodista Beatriz Cortázar en Hoy Corazón para desmentir las noticias sobre su presunta precariedad que han surgido esta semana.

“Me he debido de convertir en una leyenda urbana que cada dos por tres alguien se encarga de sacar a la palestra. Estoy cansada y muy harta de todos esos comentarios. Ya está bien, no puedo más. Ni estoy en la indigencia ni arruinada ni maltrecha. No puedo entender de dónde surgen todas estas historias que me molestan muchísimo y hacen que la gente que me quiere se preocupe y sufra. Ahora lo último que he oído es que mi amigo Antonio Donaire, ‘el morito’ (del restaurante Puerta Grande de Sevilla), me da de comer porque no tengo ni para eso. Me siento impotente cada vez que surgen estos rumores”, afirma.

Sobre su estado de salud, la tía de Francisco y Cayetano Rivera y Julián Contreras, a quienes dice “quiere muchísimo”, también ha querido aclarar que está bien. "Estoy mucho mejor que en los últimos tiempos, porque después de siete años estoy saliendo de la depresión en la que caí tras la muerte de mi hermana, Carmen. Sabes muy bien lo malita que he estado, cómo tuve que ingresar en la clínica López Ibor y todo el tratamiento que he seguido. Hoy, por suerte, ya no tengo que tomar nada por el día y sólo necesito medicación para dormir. Te juro que todo lo que pasé fue por una depresión. Digan lo que digan otros, esa es la pura verdad. En ese sentido cada día me veo mejor, saliendo a flote, pero no puedo olvidar que padezco un enfisema pulmonar y, encima, no he sido capaz de dejar de fumar. Salvo por el tabaco, en lo demás me cuido. Tengo mi oxígeno las ocho horas diarias que me han recomendado y me lo pongo para dormir”, añade.

Para finalizar, belén Ordoñez también deja claro su actual situación económica. Después de ocho meses de pleitos con el inquilino que vivía en mi casa de Sevilla, por fin conseguí la orden de desahucio. Llevaba casi dos años sin pagarme la renta y eso claro que afecta a una economía, pero no para que digan que estoy en la indigencia. Además, tengo un local alquilado que también me da rentas, aparte de mi negocio de velas. Ahora he recuperado mi casa, donde estoy con mi hija, mi perra y una tata marroquí, y tengo pensado alquilarla, pero por días o semanas”, concluye.

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