El escolta de Felipe González la 'monta' en el funeral de su 'suegro'
La llegada de Felipe González a la iglesia de Santa Gema en Madrid, donde se celebraba la misa funeral por la muerte de Francisco García Vaquero, padre
La llegada de Felipe González a la iglesia de Santa Gema en Madrid, donde se celebraba la misa funeral por la muerte de Francisco García Vaquero, padre de su novia Mar, fallecido el pasado 6 de mayo, se convirtió, por obra y gracia de un escolta, en un cúmulo de despropósitos. Por razones que se desconocen, el policía pretendía que no se fotografiara a González, a pesar de que el expresidente saludó a los medios que se encontraban en la calle para, a continuación, entrar en el templo.
Ni mala cara ni un mal gesto. Y de ahí la sorpresa de los profesionales cuando el policía en cuestión les pidió el DNI aludiendo a motivos de desorden público. Una explicación absurda y fuera de lugar, cuando el propio Felipe sabía que su presencia en el funeral de su suegro creaba expectación. Una vez devueltos los documentos, las aguas volvieron a su cauce y la ceremonia religiosa se celebró con normalidad.
A las 7 de la tarde se inició la liturgia, a la que acudieron muchas amistades de la familia García Vaquero y, sobre todo, del empresario Pedro Trapote, casado con Begoña, la pequeña de las hermanas. Todos ellos quisieron acompañarlos en estos momentos tan tristes.
La ministra Garmendia, Jaime de Marichalar, que encontró en los Trapote amistad y cariño tras su separación, los 'taberneros' Lucio y José Luis, Paloma Segrelles, madre e hija, la empresaria Maika Pérez de Cobas, José Hidalgo y su hijo Javier, Ana Rosa Quintana y su marido Juan Muñoz, el padre Garralda, Maribel Yébenes, Mar Flores y Javier Merino, Jaime Martínez Bordiú y su novia, Jaime Ostos y la doctora Grajal, Mae Dominguín, Miguel Marinero, Julio Ayesa, Pastora Vega y muchos más amigos que no quisieron perder la ocasión de abrazar a los hermanos García Vaquero.
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