Genoveva Casanova y Cayetano, juntos por la duquesa

Cuando a Genoveva Casanova le preguntan por su exmarido sonríe y contesta muy diplomática con otra pregunta, como si fuera gallega lugar de mexicana. "Está bien, ¿por qué no lo iba a estar?". Si a continuacion se le sugiere que hay rumores que apuntan a que su relación va más allá de la de dos ex y que, incluso, la duquesa apuesta por ello y así lo comenta en la intimidad, ya la sonrisa se convierte en una carcajada y ni se inmuta ante esa cuestión.

Lo curioso del caso es que ya no es como antes, que se mosqueaba cuando la prensa planteaba la posibilidad de convertirse otra vez en señora de Martínez de Irujo y condesa de Salvatierra. Ahora ni niega ni confirma, pero sí es cierto que durante la pasada Semana Santa compartieron techo en la finca que el hijo jinete de la duquesa  tiene cerca de Sevilla.

Allí les visitó Cayetana, que adora a los niños y tiene una relación espléndida con su exnuera. En realidad, la duquesa se lleva bien con todas salvo con la mujer de Jacobo, con la que aún no se habla, y con María Hohenlohe, que estuvo casada con el duque de Aliaga y con la que siempre mantuvo una distancia prudencial.

En el caso de que se cumpliera el refrán de el roce hace el cariño, Cayetano y Genoveva, que se ven muy a menudo, podrían volver a empezar.

Eso dicen, aunque también podría ser que fuera una manera de tener contenta a la duquesa, que  vive con su marido su nirvana particular y quiere que todos sean felices como ella. Sabe que ninguno de los dos ha vuelto a tener pareja estable porque tanto el joven Vargas Llosa como Luis Miguel fueron versos sueltos en la vida afectiva de Genoveva. Y en el caso de Cayetano, salvo una amiga con la que se veía en su casa de Aravaca, no ha tenido nada oficial.

En cuanto al interés económico, tampoco se contemplaría porque la herencia ya está donada y, por lo tanto, no sería un activo a la hora de repartir. Aunque Genoveva es una mujer muy lista y sabe que tener contenta a su exsuegra siempre resulta beneficioso.