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Dos testigos presenciaron varias infracciones "peligrosas" de José Ortega Cano
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Dos testigos presenciaron varias infracciones "peligrosas" de José Ortega Cano

El juicio contra el torero José Ortega Cano por un accidente de tráfico mortal ha continuado este miércoles con la declaración de dos conductores que han asegurado

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Dos testigos presenciaron varias infracciones "peligrosas" de José Ortega Cano

El juicio contra el torero José Ortega Cano por un accidente de tráfico mortal ha continuado este miércoles con la declaración de dos conductores que han asegurado que le vieron cometer varias infracciones "graves", "arriesgadas" y "peligrosas para la vida de la gente", por lo que uno de ellos llegó a denunciarlo al servicio de emergencias del 112.

En el segundo día de juicio en el juzgado penal 6 de Sevilla, el testigo Francisco José R.A. ha afirmado que, minutos antes del accidente mortal, el todoterreno de Ortega Cano circulaba a unos 140 o 150 kilómetros por hora -en una carretera limitada a 90- y adelantó a su coche y a otra furgoneta muy cerca de una curva con doble línea continua.

El testigo ha relatado que en la noche del 28 de mayo de 2011 circulaba por la carretera entre las localidades sevillanas de Burguillos y Castilblanco de los Arroyos cuando "faltando veinte o treinta metros para una curva", el todoterreno del torero empezó a adelantarle pese a que "no se veía lo que había al otro lado de la curva". Además, ha explicado que en ese tramo había una doble línea continua y pensó que el todoterreno iba a adelantarle solo a él, pero le llamó la atención porque siguió acelerando y rebasó también a la furgoneta que circulaba delante.

A continuación se alejó de ellos a gran velocidad y minutos después el testigo se encontró la colisión en la que falleció Carlos Parra, de 38 años, tras impactar su Seat Altea con el todoterreno de Ortega Cano.

Otro testigo, Álvaro R.D., ha narrado otro incidente anterior cuando circulaba por la carretera que une las localidades sevillanas de Villaverde del Río y Burguillos y vio como un todoterreno se acercaba y alejaba de su propio coche hasta el punto de que pensó que era una broma de algún conocido. Al entrar en Burguillos, el vehículo del torero le adelantó en un paso de cebra con badén, saltándose la línea continua de la calzada, y luego siguió 500 metros por el carril contrario.

Por ello, la novia del testigo, que lo acompañaba, llamó al 112 para denunciar los hechos porque pensaban "que había cometido varias infracciones, que podía causar un accidente y ponía claramente en peligro la vida de la gente". Posteriormente, esta pareja vio que el todoterreno paraba en un bar, su conductor hacía el gesto característico de abrir la puerta y vomitar y luego entró en el establecimiento dejándose las luces encendidas y el motor en marcha.

Aunque Ortega Cano arrojó una tasa alcoholemia del triple de lo autorizado, dos testigos han declarado este miércoles que no presentaba olor a alcohol y otros síntomas de intoxicación. Francisco Javier Valseca, médico de Burguillos (Sevilla), que fue el primer sanitario que llegó al lugar, ha declarado que el torero no olía a alcohol, si bien ha precisado que en la calzada había aceite, gasolina y otros fluidos y no prestó atención a este detalle porque su prioridad era la vida del herido, que estaba a punto de sufrir un shock.

Un guardia civil de Tráfico que llegó al lugar minutos después de la colisión ha confirmado que tanto el médico de Burguillos como los sanitarios de hospital Virgen Macarena, donde Ortega Cano quedó ingresado en estado grave, le dijeron que no presentaba síntomas de conducir bajo los efectos del alcohol u otras sustancias.

El torero, que acude al juicio acompañado por su hermano y se enfrenta a cuatro años de cárcel, ha escuchado impasible las declaraciones de los testigos y solo se ha movido para beber agua de una botella que deja en el suelo. A su llegada a la sede judicial, ha manifestado que se encuentra bien de ánimo, ha reiterado que no bebió alcohol y que se enfrenta "a lo que diga la justicia" y "a lo que Dios quiera".

Un último testigo, que circulaba detrás del Seat Altea que colisionó con el coche de Ortega Cano, ha declarado que el todoterreno invadió el carril contrario, por lo que el coche que le precedía no tuvo tiempo de reaccionar y el impacto fue "tremendo".

El juicio contra el torero José Ortega Cano por un accidente de tráfico mortal ha continuado este miércoles con la declaración de dos conductores que han asegurado que le vieron cometer varias infracciones "graves", "arriesgadas" y "peligrosas para la vida de la gente", por lo que uno de ellos llegó a denunciarlo al servicio de emergencias del 112.

En el segundo día de juicio en el juzgado penal 6 de Sevilla, el testigo Francisco José R.A. ha afirmado que, minutos antes del accidente mortal, el todoterreno de Ortega Cano circulaba a unos 140 o 150 kilómetros por hora -en una carretera limitada a 90- y adelantó a su coche y a otra furgoneta muy cerca de una curva con doble línea continua.

El testigo ha relatado que en la noche del 28 de mayo de 2011 circulaba por la carretera entre las localidades sevillanas de Burguillos y Castilblanco de los Arroyos cuando "faltando veinte o treinta metros para una curva", el todoterreno del torero empezó a adelantarle pese a que "no se veía lo que había al otro lado de la curva". Además, ha explicado que en ese tramo había una doble línea continua y pensó que el todoterreno iba a adelantarle solo a él, pero le llamó la atención porque siguió acelerando y rebasó también a la furgoneta que circulaba delante.

A continuación se alejó de ellos a gran velocidad y minutos después el testigo se encontró la colisión en la que falleció Carlos Parra, de 38 años, tras impactar su Seat Altea con el todoterreno de Ortega Cano.

Otro testigo, Álvaro R.D., ha narrado otro incidente anterior cuando circulaba por la carretera que une las localidades sevillanas de Villaverde del Río y Burguillos y vio como un todoterreno se acercaba y alejaba de su propio coche hasta el punto de que pensó que era una broma de algún conocido. Al entrar en Burguillos, el vehículo del torero le adelantó en un paso de cebra con badén, saltándose la línea continua de la calzada, y luego siguió 500 metros por el carril contrario.

Por ello, la novia del testigo, que lo acompañaba, llamó al 112 para denunciar los hechos porque pensaban "que había cometido varias infracciones, que podía causar un accidente y ponía claramente en peligro la vida de la gente". Posteriormente, esta pareja vio que el todoterreno paraba en un bar, su conductor hacía el gesto característico de abrir la puerta y vomitar y luego entró en el establecimiento dejándose las luces encendidas y el motor en marcha.

Aunque Ortega Cano arrojó una tasa alcoholemia del triple de lo autorizado, dos testigos han declarado este miércoles que no presentaba olor a alcohol y otros síntomas de intoxicación. Francisco Javier Valseca, médico de Burguillos (Sevilla), que fue el primer sanitario que llegó al lugar, ha declarado que el torero no olía a alcohol, si bien ha precisado que en la calzada había aceite, gasolina y otros fluidos y no prestó atención a este detalle porque su prioridad era la vida del herido, que estaba a punto de sufrir un shock.

Un guardia civil de Tráfico que llegó al lugar minutos después de la colisión ha confirmado que tanto el médico de Burguillos como los sanitarios de hospital Virgen Macarena, donde Ortega Cano quedó ingresado en estado grave, le dijeron que no presentaba síntomas de conducir bajo los efectos del alcohol u otras sustancias.

El torero, que acude al juicio acompañado por su hermano y se enfrenta a cuatro años de cárcel, ha escuchado impasible las declaraciones de los testigos y solo se ha movido para beber agua de una botella que deja en el suelo. A su llegada a la sede judicial, ha manifestado que se encuentra bien de ánimo, ha reiterado que no bebió alcohol y que se enfrenta "a lo que diga la justicia" y "a lo que Dios quiera".

Un último testigo, que circulaba detrás del Seat Altea que colisionó con el coche de Ortega Cano, ha declarado que el todoterreno invadió el carril contrario, por lo que el coche que le precedía no tuvo tiempo de reaccionar y el impacto fue "tremendo".

José Ortega Cano