La de Lina Morgan, “una herencia con nombres y apellidos”
Nunca tuvo hijos y sus hermanos han fallecido. Su única familia eran unos sobrinos con los que llevaba años sin tener contacto. Su riqueza se repartirá entre Mensajeros de la Paz y Daniel Pontes
Lina Morgan ha trabajado toda su vida. Y durante estos 78 años la actriz ha amasado un gran patrimonio calculado en unos 40 millones de euros, según detallaron a Vanitatis fuentes cercanas a la actriz. Función a función, fue haciendo una pequeña fortuna que le permitió en 1983 comprar por 127 millones de las desaparecidas pesetas (763.000 euros) el Teatro La Latina, aquel en el que empezó a hacer sus pinitos y que veía cada día desde pequeña, cuando slo era la hija del sastre del barrio.
Sin hijos ni hermanos que heredar, el reparto de su riqueza traerá alguna que otra disputa. O no. Se desconoce si ha dejado testamento o escrito últimas voluntades, aunque personas muy cercanas a la artista con las que Vanitatis ha podido hablar indican que “conociendo a Lina, una mujer muy organizada y a la que le gustaba tener todo controlado, sería muy poco probable que tras una larga enfermedad no hubiera dejado nada escrito”. Si lo ha hecho, no habrá problemas, pues al no tener herederos forzosos (hijos y descendientes, padres y ascendentes, viudo o viuda) no hay derecho a ninguna legítima, según señalan a este medio desde un despacho de abogados. Por tanto, sus sobrinos, que ya en alguna ocasión han levantado la voz, no tendrán derecho a parte de esa riqueza salvo que lo haya dejado por escrito. También cabe la probabilidad de que la actriz no haya hecho testamento. En ese caso los sobrinos serían los herederos legales.
No obstante, como señalan a este medio, “la herencia de Lina Morgan tiene nombres y apellidos”. Dos son los hombres entre los que se repartirá la mayor parte de su riqueza: su amigo y confesor el padre Ángel, para su ONG Mensajeros de la Paz, y Daniel Pontes.
¿Quién es Daniel Pontes? Empezó a trabajar con ella como chófer hace 35 años y ha terminado convirtiéndose en su hombre de confianza y en su tutor legal por expreso deseo de la artista. Cuando esta vio que podría empezar a perder facultades, decidió ponerlo todo en sus manos, una de las pocas personas en las que confiaba. Este siempre ha estado en un segundo plano, velando únicamente por los intereses de su jefa. “Lina Morgan siempre ha sido discreta y yo tengo que serlo, pero hay una cosa que sí quiero dejar clara: yo soy su tutor legal porque ella lo decidió así hace muchos años y tengo toda la documentación que lo acredita. Como tutor he de tomar una serie de decisiones y eso es lo que he hecho”, señalaba a Vanitatis en una de las pocas ocasiones que ha hablado con la prensa.
Otras fuentes cercanas señalan a Vanitatis que casi seguro también dejará parte de su dinero a las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, congregación de la que forma parte el Hospital Beata María Ana, en el que ha estado ingresada durante gran parte de este proceso de su enfermedad.
No quería saber nada de sus sobrinos
Quienes conocían a Lina Morgan aseguran que tenía un fuerte carácter y que no se casaba con nadie, “ni con su familia”. De hecho, la relación con sus sobrinos era inexistente desde hace años. Por eso, en ningún momento se baraja la posibilidad de que los hijos de sus hermanos participen del reparto por deseo de la actriz.
Ya hace poco más de año y medio, al poco de ser ingresada en la UCI del hospital Beata María Ana de Madrid, su sobrino Julio López acusaba a Daniel Pontes de impedirle la entrada al centro hospitalario. Ya se habló entonces de un interés más económico que sentimental el intento de acercamiento de este sobrino a la artista. Pero Lina dejó escrito a su hombre de confianza quién podría verla y quién no, y sus sobrinos estaban en la lista negra. De hecho, también aparecía su nombre en la lista de quienes no quería que la honraran con su presencia en la capilla ardiente. Así, siguiendo las instrucciones que dejó la actriz, se ha prohibido la entrada a estos familiares en el Teatro La Latina. Una muestra más de que “conociendo a Lina, una mujer muy organizada y a la que le gustaba tener todo controlado, sería muy poco probable que tras una larga enfermedad no hubiera dejado nada escrito”.
¿De cuánto dinero estamos hablando?
En su momento se llegó a decir que el patrimonio de Lina Morgan estaba cifrado en casi 8 millones de euros, pero como se indicaba anteriormente, según detallaron a este medio fuentes cercanas a la actriz, su patrimonio podría alcanzar los 40 millones de euros.
Para empezar, hace cinco años, en junio de 2010, la actriz puso fin a una larga etapa y vendió el teatro que para ella fue como el hijo que no tuvo, el teatro que la vio triunfar, el proyecto personal y empresarial más importante de su vida. La venta de La Latina le reportó 7 millones de euros. A esto hay que sumar lo que ha ganado en los últimos años de su carrera. Con Compuesta y sin novio, la serie emitida en Antena 3, la actriz se embolsó 1.000 millones de las desaparecidas pesetas (6 millones de euros), según indicaron a Vanitatis diversas fuentes en 2013, las mismas que aseguran que con Hostal Royal Manzanares, la serie que cosechó un gran éxito en TVE (70 capítulos), ganó 21 millones de euros, a razón de 50 millones de pesetas (300.000 euros) por capítulo.
Todo esto al margen de los beneficios que obtuviera como empresaria y del dinero que ingresara como actriz antes de estas dos últimas series. Además, hay que sumar el piso de 200 metros cuadrados que posee en el barrio del Retiro, cuyo valor supera el millón de euros, así como una amplia colección de joyas y pieles.
Este jueves, Daniel Pontes fue el hombre más buscado por la prensa. Vanitatis pudo hablar con él. Derrumbado por el fallecimiento de la actriz, entre sollozos aseguraba que “han sido 35 años a su lado y hoy me toca despedirme. Por eso solo le pido a la prensa que me deje despedirme de mi jefa. Hoy no quiero hablar. Ya lo haré en otro momento”. Habrá que esperar.
Lina Morgan ha trabajado toda su vida. Y durante estos 78 años la actriz ha amasado un gran patrimonio calculado en unos 40 millones de euros, según detallaron a Vanitatis fuentes cercanas a la actriz. Función a función, fue haciendo una pequeña fortuna que le permitió en 1983 comprar por 127 millones de las desaparecidas pesetas (763.000 euros) el Teatro La Latina, aquel en el que empezó a hacer sus pinitos y que veía cada día desde pequeña, cuando slo era la hija del sastre del barrio.