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Daniel Pontes: “Han sido 35 años al lado de mi jefa y hoy toca despedirse”
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"hoy no quiero hablar", decía el conductor

Daniel Pontes: “Han sido 35 años al lado de mi jefa y hoy toca despedirse”

Daniel Pontes ha sido el único testigo de cómo Lina Morgan se iba apagando. Desde que muriese su hermana, para la actriz su chófer se convirtió en su hombre de confianza y su tutor legal

Foto: Lina Morgan y Daniel Pontes (i) en una imagen de archivo (Gtres)
Lina Morgan y Daniel Pontes (i) en una imagen de archivo (Gtres)

Daniel Pontes ha sido el único testigo de cómo Lina Morgan se iba apagando. Desde que muriese su hermana, para la actriz su chófer se convirtió en algo más que en su mano derecha. Pontes pasó a ser su hombre de confianza y hasta su tutor legal. Él fue quien la cuidó cuando la salud de la actriz empezaba a debilitarse y el que acató las últimas voluntades de la intérprete. Por eso, porque Daniel es el único que sabe cómo estaba realmente Lina en los últimos años, es la persona más buscada el día de su muerte.

Vanitatis ha podido hablar con él y ha podido recoger las pocas palabras que el emocionado conductor ha querido regalar a los medios de comunicación. “Han sido 35 años a su lado y hoy me toca despedirme. Por eso solo le pido a la prensa que me deje despedirme de mi jefa. Hoy no quiero hablar. Ya lo haré en otro momento”, declaraba Pontes visiblemente conmocionado.

El hombre de confianza de Lina llegaba al Teatro de la Latina aún sin asimilar que su jefa se ha ido para siempre: “No estaba preparado para esto a pesar de que la vida nos iba avisando. Han sido dos años muy duros por la enfermedad”, acertaba a decir Pontes a punto de romper a llorar.

Y es que en esos dos años a los que se refiere Pontes, él ha sido la única persona que ha podido vivir de cerca el deterioro que sufría la veterana cómica. Tanto en el hospital como en casa, él ha sido el encargado de custodiarla y de decidir qué visitas podría aceptar. Prácticamente ninguna. Al parecer la actriz no quería que nadie conociese su débil estado de salud y Pontes cumplió sus órdenes a rajatabla.

Sin embargo, ese enclaustramiento no hacía más que dar pie a innumerables habladurías sobre su verdadero cuadro clínico. La opacidad en torno a esto era máxima y solo unas escuetas palabras del chófer lograban descartar el peor de los finales cuando estos empezaban a circular por los mentideros de la capital.

Daniel Pontes ha sido el único testigo de cómo Lina Morgan se iba apagando. Desde que muriese su hermana, para la actriz su chófer se convirtió en algo más que en su mano derecha. Pontes pasó a ser su hombre de confianza y hasta su tutor legal. Él fue quien la cuidó cuando la salud de la actriz empezaba a debilitarse y el que acató las últimas voluntades de la intérprete. Por eso, porque Daniel es el único que sabe cómo estaba realmente Lina en los últimos años, es la persona más buscada el día de su muerte.

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