Vuelve el escote palabra de honor a los vestidos de novia, pero no como imaginas

En el armario nupcial, llevábamos años huyendo del escote palabra de honor. Asociado a una imagen de novia vulgar o alejada de las tendencias, si echamos la mirada atrás y analizamos lo vivido en las últimas temporadas, son pocas las mujeres que decían 'sí, quiero' a este tipo de diseños. Una costumbre que parece haber llegado a su fin. Atenta: el escote palabra de honor vuelve y esta vez querrás lucirlo para tu boda.

Lo cierto es que el patrón base, un escote recto y cuadriculado, sin tirantes, que deja los hombros y los brazos al aire, no ha cambiado. Las modificaciones y por qué ahora sí podrás llevarlo apuntan al refinamiento general de esa silueta.

Asociado a las celebraciones estivales de primavera y verano, y por ende, prohibido para enlaces con bajas temperaturas, aderezos como los manguitos de quita y pon o los guantes de ópera convierten al escote en un aliado nupcial atemporal. Es más, hay novias de invierno que han apostado por este escote y encima, como prenda contra el frío, han sumado una capa. Las opciones para llevarlo, si es tu verdadero deseo, son múltiples y ya no se delimita a unos meses concretos del año.

Idóneo para las mujeres que tienen el cuello largo y delgado y, en general, para las que sus hombros son rectos y anchos, es un diseño que suele favorecer más que 'ensuciar' la imagen. Eso sí, requiere de un trabajo de corte y confección impecable para que, sea cual sea tu fisionomía, te quede perfecto.

En cuanto al tipo de pecho, el llamado escote 'strapless' (sin tirantes) queda bien para novias que poseen un pecho de tamaño medio y proporcionado. Si es más bien pequeño, necesitarás añadir un sujetador 'push up'. Si, por el contrario, tienes mucho pecho, puede que este corte no sea el mejor para ti porque creará un efecto volumen desmesurado.

Independientemente del tallaje del busto, el escote palabra de honor es un estilo que favorece, estiliza y realza las curvas, al tiempo que aporta un toque de sensualidad al vestido. En esta nueva era puede llegar a ser romántico, minimalista, arquitectónico y femenino, esto depende del tipo de vestido: corte sirena, de princesa, silueta A, boho-chic o fluido.

Lo cierto es que, estudiando los trajes que hoy en día forman parte de las colecciones de las marcas nupciales, así como los vestidos que después escogen las novias para sus bodas y se convierten en virales, comparten una estética y un patrón que tiende hacia la simpleza de formas y las estructuras rectilíneas. Más corazón, completamente cuadrado, con pinzas, decorado con una vuelta doble o con un pequeño pico, dentro de ese modelo, se puede variar algo en su forma.

En este contexto, adornos como los lazos XL, los drapeados, las notas de color a contraste o los bordados metalizados, añaden ese extra de moda que necesita de forma obligada el traje y que elevan el conjunto. Lo mismo con los accesorios propiamente dichos. Hay que tener en cuenta que en un estilismo de este tipo, lo ideal es escoger complementos que dejen despejado el pecho, los hombros y los brazos. Desde collares tipo gargantillas, pendientes cortos o brazaletes discretos.

Si el escote palabra de honor es tu preferido y vas a decantarte por él, debes saber que esa elección también condicionará el tipo de peinado. Para llevarlo bien y presumir de hombros y torso, es lo suyo, lo más adecuado es despejar tu melena en un moño bajo, una coleta con ondas o una trenza deshecha. También cerraría un buen 'look beauty' una cabellera midi; la cuestión es ensalzar y nunca ocultar.