Sophie et Voilà: "El proceso de creación del vestido de novia de Tamara Falcó está siendo una delicia"

Mucho antes de que la novia del año, de nombre Tamara y de apellido Falcó, anunciase a bombo y platillo quiénes iban a diseñar su vestido de novia, Sofía Arribas y Saioa Goitia (el tándem detrás de Sophie et Voilà), ya eran un referente en el sector nupcial. Encargadas de vestir a la marquesa de Griñón para su boda con Iñigo Onieva el próximo 8 de julio, su recorrido como marca viene de largo. Les avala su experiencia y trayectoria, más de trece años creando looks, y también las mujeres que antes de la chef confiaron en ellas y elevaron a la firma española al olimpo de la moda nupcial.

"Somos fieles a nuestro carácter y estilo, y dejamos las modas a un lado", argumenta Sofía Arribas, la directora creativa de Sophie et Voilà. En breve, sus diseños volverán a subirse a la pasarela. Será en abril durante la Barcelona Bridal Fashion Week y, a pesar del ambiente de nuevas propuestas, ellas no se van a dejar embriagar por los hits fashion.

"El carácter minimalista y femenino es común a todas nuestras colecciones". Lo afirma una arquitecta de profesión que, de la noche a la mañana, cambió de rumbo para dedicarse a su gran pasión: la industria de la moda. "Para hacer eso y hacerlo bien, tu trabajo tiene que ser tu vida". Desde entonces, han sentado las bases de un universo de moda particular con dos vertientes de éxito, estilismos para invitadas y novias, muchas y casi todas virales.

Entre sus clientas vip están Sofía Palazuelo, Isabel Preysler, Margarita Vargas, Georgina Amorós, Isabelle Junot, Ana Boyer o Elsa Pataky, una lista que va en aumento cada día.

Sofía Arribas sabe hacer vestidos de novia (¡y qué vestidos!): "Soy arquitecta de formación. Ejercí durante varios años, pero la vida es caprichosa y acabé montando un pequeño atelier en Bilbao al que luego se sumó Saioa Goitia haciendo que Sophie et Voilà creciera hasta lo que es hoy. Una empresa con presencia en 26 países con más de 100 puntos de venta".

Dos mujeres al frente de una empresa que en las últimas semanas está en boca de todos. ¿El motivo? Es vox populi. "El proceso de creación del vestido de Tamara Falcó está siendo, como con cada una de nuestras novias, una delicia, pero igual que no diría absolutamente nada de una novia anónima, tampoco lo haré con ella", confiesa para Vanitatis.

En los bocetos que la directora creativa ha cedido en exclusiva para este medio, se aprecian las señas que identifican a la marca. Minimalismo, líneas puras, detalles especiales, volúmenes y un patronaje impecable: "Un vestido de novia debe ser algo atemporal y por eso mis fuentes de inspiración son conceptos eternos como el arte, la arquitectura o la gastronomía". Una filosofía de trabajo que es contraria a las corrientes de moda. "No me preocupan las tendencias", señala la directora creativa.

Las novias que viajan hasta Bilbao, la ciudad donde Sophie et Voilà tiene fijado su centro de operaciones y atelier principal (también atienden en Madrid bajo previa petición), lo hacen con un objetivo: "Ser ellas mismas y, como tales, ser diferentes. Son mujeres con estilo y carácter, no sujetas a los convencionalismos de las bodas".

Ese proceso de trabajo que Sofía ha arrancado con la marquesa de Griñón y otras tantas novias reales y desconocidas para el gran público es único y personal: "Cada vestido es una historia diferente y depende del diseño y de la novia, pero por lo general hay una primera cita de bocetaje y diseño con la protagonista, una prueba de toile a continuación para afinar el modelo ya sobre ella, y por último, las pruebas de ajuste y acabado".

Como resultado, trajes nupciales que despuntan en estilo y arrasan en las redes sociales. "Saber que nuestros vestidos gustan a tantas mujeres es un halago, sobre todo porque sabemos que no diseñamos para un gran público", explica la directora creativa.

Precisamente, uno de esos modelos lo lució el verano pasado su media naranja profesional, Saioa Goitia, la CEO de la firma, en su renovación de votos con el bodeguero Koldo Eguren. Hasta Lanzarote viajó el matrimonio y en la maleta de ella, un minivestido blanco confeccionado con un tejido brocado con flores, escote cuadrado, tirantes y falda globo. Un velo de tul completó su atuendo nupcial.

"Que una mujer confié en mí para diseñar el vestido más importante de su vida es un honor que hace cada uno de ellos algo especial", declara emocionada Sofía.

Con ese buen hacer y unas máximas de trabajo definidas, Sophie et Voilà ha conseguido un hueco entre las marcas de novias más deseadas del momento. "Creo que las marcas pequeñas con oferta más nicho están imponiendo su fuerza poco a poco a las grandes firmas, lo que garantiza una mayor variedad y una competencia más sana. Esto se pone apasionante", vaticina.

Un sector, el nupcial, del que viven Sofía y Saioa, y que miran al futuro con optimismo: "Han pasado demasiadas cosas en los últimos años como para entretenernos demasiado en pensar. Queremos celebrar todo lo que sea posible y hacerlo ya, con lo que diría que es un gran momento".