De la coleta con ondas al moño desmontable: los peinados preferidos de las novias en 2023

No solo el vestido centra la atención en el look de la novia. Cada aderezo suma e importa. Desde los accesorios clásicos como los zapatos o el ramo, pasando por las joyas, hasta llegar al apartado 'beauty'. El peinado y el maquillaje son un complemento más. Con las máximas de naturalidad, sofisticación y jamás disfrazarse, escoger qué tipo de melena (suelta o recogida) vas a lucir el día de tu boda puede llegar a ser una decisión más complicada que la de seleccionar el propio traje.

Con el objetivo de ayudarte, resolver dudas, explicarte cuáles son las tendencias y qué recomendaciones debes tener en cuenta antes de componer tu estilismo, hablamos con dos especialistas en peinados para novias.

Como punto de partida, Beny Sanz, peluquera experta en el mundo nupcial desde hace más de 30 años, apunta que las novias "tienen que sentirse espectaculares, no dejarse guiar por las modas y, por supuesto, jamás disfrazarse, sería un error". Una sentencia que comparte con Mª José Llata, directora de la Peluquería Llata Carrera (Cantabria): "La clave es siempre respetar la propia personalidad, para que las novias sean ellas mismas, aunque sacando su mejor versión".

Una coincidencia que sienta las bases 'beauty' que toda novia tiene que seguir. Con el traje definido, comienza el proceso de creación del peinado y el maquillaje oportunos. "El foco de atención lo ponemos en la armonía del conjunto: una vez que compran el vestido es el momento de elegir el peinado, buscando que haya equilibrio en los volúmenes y que sea muy favorecedor para su rostro", explica Llata.

Las pruebas de peinados en el salón son fundamentales, tanto que las novias pueden incluso cambiar la estética preconcebida que soñaban con lucir en su boda. "Muchas veces se sorprenden del cambio de opinión al verse con un look que no hubieran imaginado. Por eso, recomiendo no condicionar la prueba a un mismo peinado y ver diferentes opciones", apunta Beny Sanz.

Ahí es donde el rol de los peluqueros, como asesores y especialistas en imagen y más concretamente en outfits nupciales, es crucial. "Nuestro papel es realizar una asesoría basada en la observación, que nos permita hacer una propuesta a medida y argumentada, totalmente personalizada. Para ello, nos basamos en el tipo de vestido, el estilo de vida, las aficiones... Toda ella debe verse reflejada en el look, para que se sienta cómoda y bella", añade la directora de Llata Carrera.

Cuando una novia aterriza en sus centros de belleza, en el caso de Beny Sanz, con un coqueto salón situado en el barrio de Chamartín de Madrid, "sobre todo buscan profesionalidad por el bagaje de muchos años que tenemos, un lugar donde sentirse seguras de que no fallarán el día de tu boda y confianza. Vienen por recomendaciones de otras novias y familiares". En pocas palabras, dejar en manos de un buen profesional el que será el peinado y el maquillaje más visto, comentado y fotografiado de sus vidas.

Por su parte, María José señala que a las novias "les preocupa mucho la durabilidad del peinado. Por ese motivo, acuden al salón en busca de la seguridad que les da nuestro trabajo, que sea lo que ellas esperan".

Apuntando a las tendencias, "se siguen llevando las trenzas, los semirrecogidos y las ondas suaves casi desestructuradas", dice Llata. Y en supuestos concretos, son tres los peinados que triunfan hoy en día entre las novias: coleta con ondas, moño bajo o recogido desmontable. "Las coletas con ondas son un acierto en novias que quieren verse favorecidas y naturales con el cabello recogido. Para conseguirlo, se marca el cabello previamente con ondas y después se monta la coleta", explica Beny Sanz.

El moño bajo, muy versátil e incluso con posibilidad de cambiar o modificar el peinado según transcurre la boda, en el montaje entraña algo más de complejidad. "Separamos la coleta en cuatro cabos. Enrollamos dos y dos, siguiendo la dirección de la onda. Las dos coletas que nos quedan las vamos sujetando tan pegadas a la nuca como sea posible, enrollándolas en un moño que queda precioso. Luego, a una invitada o a la madre les enseñamos dónde están las horquillas estratégicas para poder soltarlas y volver a lucir los looks anteriores", narra María José.

Para ambas expertas, el velo sigue siendo imprescindible para cerrar un estilismo de novia en una ceremonia religiosa. "Es un complemento que no deja indiferente a nadie y se puede acoplar a todos los peinados", argumenta Sanz. En la multitud de diseños y motivos que la industria de la moda ofrece, reside el secreto de que el velo se mantenga en el top. "Ya no está limitado al tul blanco: vemos velos con flores bordadas, lunares blancos sobre tul tipo terciopelo, con preciosas estrellas doradas...", añade María José.

Lo cierto es que, velo o no, en la actualidad para las novias hay un abanico incomparable de adornos para poner el broche de oro e inyectar personalidad. "Inspiradas por las redes sociales, las novias incluyen en sus peinados accesorios muy sorpresivos, como elementos de la naturaleza, caracolas, cintas, cuerdas o coronas", sigue la peluquera.

En este contexto, Beny Sanz remata diciendo que "las novias no quieren tocados muy ostentosos porque se ven poco naturales. Los materiales metálicos y las coronas sencillas, con cristales y metal, son una buena opción siempre acordes con el volumen de cada peinado".