El vestido de novia de Paula Fernández: bohemio, con bordados y abrigo capa

José María Treviño Ruiz de Velasco y Paula Fernández ya son marido y mujer. La joven pareja se acaba de dar el 'sí, quiero' en una ceremonia religiosa que ha tenido lugar en la iglesia Santo Tomás Apóstol de Orgaz (Toledo). Una boda que ha contado con la presencia de la infanta Cristina y de la que Vanitatis adelantó todos los detalles en primicia. El motivo de la presencia de la hermana de Felipe VI apunta directo a los padres del novio.

José María Treviño Ruiz de Velasco es hijo de dos grandes amigos de la familia del Rey. El joven, a quien todos llaman cariñosamente 'Pepe', es el primogénito del matrimonio que formaban José María Treviño Zunzunegui y Gemma Ruiz de Velasco. Quien era íntimo amigo de Felipe VI y sus hermanas falleció repentinamente el 20 de junio de 2016 mientras hacía el Camino de Santiago, precisamente acompañado de su hijo Pepe. Gemma Ruiz de Velasco fue compañera de pupitre de las infantas Elena y Cristina y desde entonces se hicieron inseparables. De ahí que se entienda que Cristina haya asistido. El rey Felipe, en cambio, no ha podido ser parte de esta boda al producirse el mismo día que la coronación de Carlos III.

Sin un vínculo personal con la familia real, la novia es conocida gracias a su trabajo: es una reputada artista y también una influencer que aglutina más de 52 mil seguidores en su perfil de Instagram bajo el nombre de Paula Baset. Por ello, se esperaba mucho de su look nupcial. Fiel a su personalidad de estilo desenfadada, Fernández ha llevado un vestido de novia bohemio con abrigo capa.

Del brazo de su padre y padrino, la instagramer ha llegado puntual a la esperada cita en el altar con José María Treviño Ruiz de Velasco. Tras bajar del coche antiguo que los ha trasladado hasta las inmediaciones de la iglesia, el secreto mejor guardado, el vestido de la novia, quedaba expuesto ante todos los invitados, curiosos y medios de comunicación que se han congregado a las puertas.

Compuesto por dos prendas, el vestido en sí y encima un abrigo capa con cola, el estilismo nupcial de Paula es pura inspiración para novias poco convencionales. Fabricadas ambas piezas con el mismo tejido, un material de crepè en color blanco, están decoradas con bordados de estilo botánico. Con el cuello a la caja, silueta tipo años 20, cintura caída y falda ligera con el bajo amplio, el vestido presenta esos bordados florales en 3D en la zona de las caderas, justo debajo del corte de la cintura.

El abrigo, que a su vez hace las veces de cola, está completamente abierto y arrastra por el suelo. Esos motivos de flores se presentan tanto en los hombros como en la espalda y se extienden por el corte. Como último detalle, las mangas amplias con los puños rematados en un dobladillo.

En el terreno de los accesorios, Paula Fernández suma más personalidad. A los pies, unas sandalias con plataforma, tacón ancho en bloque y tiras cruzadas en la pala. Un tocado en forma de casquete ha sustituido al clásico velo. En cuanto a las joyas, unos pendientes largos de oro blanco dotado de una marcada estética vintage engarzados con diamantes, un brazalete a juego y su anillo de compromiso. El último complemento que pone el broche de oro al look nupcial de la artista, un ramo de novia silvestre, compuesto por margaritas y atado con un lazo blanco.

Tras la ceremonia religiosa, los recién casados y sus invitados se han trasladado hasta la finca familiar La Estrella, en Mazarambroz (Toledo), para disfrutar de un almuerzo y la posterior fiesta de celebración.