Victoria de Medinaceli, una novia con 40 títulos pero sin tiara: su vestido de novia, al detalle
La duquesa de Medinaceli no ha podido casarse ni con la tiara familiar ni en ninguno de los palacios que van ligados a su título. Su vestido de novia, al detalle
La de la duquesa de Medinaceli y Maxime Corneille era una de las bodas más esperadas de la temporada. Fijada para este sábado, 14 de octubre, la expectación en Jerez era máxima, sobre todo si tenemos en cuenta el relumbrón de la lista de invitados que acompañaron a los novios la víspera durante su fiesta de preboda. Una velada celebrada en el interior del Palacio de Campo Real que reunió a los Reyes de Holanda, Máxima y Guillermo, a su primogénita y heredera, Amalia, así como a otros royals y vips como Anna Gamazo, tía de la novia, Miriam Ungría y su hijo Boris, heredero al trono de Bulgaria.
Una boda por todo lo alto que ha vivido su momento principal a mediodía de este sábado en la iglesia de San Miguel, durante una ceremonia oficiada por el sacerdote Ignacio Sánchez-Dalp. Una misa solemne y emotiva a la que la novia ha llegado puntual, en coche de caballos y del brazo de su hermano Alex, marqués de Navahermosa y duque de Ciudad Real, que ha tenido que hacer las veces de padrino en ausencia de su padre, Marco Hohenlohe-Lagenburg, fallecido tristemente en Sevilla el 18 de agosto de 2016.
Sonriente y radiante, Victoria ha desfilado hacia el altar donde le esperaba su prometido, de origen francoargentino, con un vestido delicado, con escote a caja y manga al codo que parece llevar el sello de T.ba, la firma de su íntima amiga Sol Prado. De hecho, tanto el corte como el estilo recuerda mucho al que llevó ella durante su enlace el pasado mes de marzo en esta misma iglesia.
Ambas bodas tendrán más elementos en común, ya que será en la finca de su familia, Salto al Cielo, donde tendrá lugar la celebración posterior a lo largo de la tarde y hasta la noche. Tal y como confirmaron personas del entorno de los novios en conversación con Vanitatis, la amistad de los López Carrizosa, los Prado y los Hohenlohe se remonta varias generaciones atrás y cuando supieron que no podría casarse en ninguna de las propiedades ligadas a su título, rápidamente ofrecieron esta finca para su gran boda de este sábado de otoño.
El vestido, al detalle
Como decíamos, la duquesa no ha podido casarse en ninguno de sus palacios, ya que todos ellos están gestionados por la fundación ducal Casa de Medinaceli, que desde hace décadas preside el duque de Segorbe, al que varios de los primos, incluidos los hermanos Victoria y Alexander Hohenlohe, están enfrentados en los tribunales a causa del reparto de la herencia. Por tanto, a nadie le ha extrañado que tampoco luciera Victoria la imponente tiara de la casa, una de las joyas más impresionantes del joyero de los Medinaceli que hace unos meses llevó precisamente la hija de Ignacio Medina durante su boda.
En su lugar, la aristócrata con más títulos de España y Europa (40, 11 de ellos con Grandeza de España) ha lucido un discreto broche de oro blanco y diamantes que vestía el recogido sencillo y del que no prendía, como suele ser habitual, ningún velo ni mantilla. Unos pendientes a juego remataban el sencillo arreglo de joyas.
En la mano izquierda, el anillo de pedida era el único protagonista. En la derecha, tras la ceremonia, lucirá sin duda la alianza de casada que marque el inicio de esta nueva etapa.
Una cola de varios metros
La cola del vestido era quizá el elemento más espectacular del diseño. De varios metros de largo, estaba protagonizada por una espectacular mantilla bordada a mano que daba volumen y un toque romántico a un vestido perfecto para una novia como Victoria. Estaba regia.
Iba unida a la parte baja del cuerpo, que en la falda se dividía en dos partes: una falda recta, sin bordado en color marfil y luego una sobrefalda bordada a juego con el cuerpo del vestido que se abría aportando movimiento al vestido.
De hecho, ha sido su amiga Sol Prado la encargada de ayudarla con la cola en todo momento. Vestida con un conjunto de vestido y chaqueta verde oliva, la diseñadora de T.ba, que como decíamos es como una hermana para Victoria, no se ha separado de ella en ningún momento, ayudándola a vestirse esta mañana y después esperándola a las puertas del templo para ayudarla a bajar del coche y posar perfecta minutos antes de casarse.
Un vestido de ensueño con el que Victoria Hohenlohe por fin ha dado este paso tan importante para ella y su ya marido, Maxime Corneille, nuevo duque consorte de Medinaceli.
La de la duquesa de Medinaceli y Maxime Corneille era una de las bodas más esperadas de la temporada. Fijada para este sábado, 14 de octubre, la expectación en Jerez era máxima, sobre todo si tenemos en cuenta el relumbrón de la lista de invitados que acompañaron a los novios la víspera durante su fiesta de preboda. Una velada celebrada en el interior del Palacio de Campo Real que reunió a los Reyes de Holanda, Máxima y Guillermo, a su primogénita y heredera, Amalia, así como a otros royals y vips como Anna Gamazo, tía de la novia, Miriam Ungría y su hijo Boris, heredero al trono de Bulgaria.