Si tienes mascota descubre cómo quitar los pelos de la ropa cuando la metes en la lavadora

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Tener una mascota es una de las mayores alegrías de la vida. Ellos nos hacen compañía, nos arrancan sonrisas incluso en los peores días y nos enseñan el significado del amor incondicional. Para muchos, un perro o un gato no es solo una mascota, sino parte de la familia. Sin embargo, quienes conviven con un amigo peludo saben que no todo es perfecto: esos pelos que aparecen mágicamente en la ropa, en el sofá o hasta en los rincones menos esperados pueden ser un verdadero desafío.

Pero podemos encontrar soluciones. Existe un truco que se ha hecho viral y que nos puede ayudar a remediar este pequeño handicap que nos ocasionan los peludos de la casa. La cuenta de TikTok @organiza_de_diez ha compartido una idea sencilla y eficaz para deshacerse de los pelos que se acumulan en sofás, alfombras o incluso en la ropa. Lo mejor es que no necesitas nada sofisticado para ponerlo en práctica.

El método es tan sencillo como efectivo: coloca una esponja dentro del tambor de la lavadora junto con la ropa que quieras lavar. Puede ser una esponja de baño o un estropajo de cocina, siempre que esté limpio y no contenga restos de productos. Durante el lavado, las fibras de la esponja funcionan como un imán, atrapando los pelos y las pelusas que, de otro modo, se quedarían pegados a tus prendas. Cuando termine el ciclo, simplemente retira la esponja, sacude los pelos acumulados y disfruta de tu ropa sin rastro de esos incómodos restos.

Si los pelos se han adherido a sofás o muebles y son difíciles de eliminar, también existe otro truco eficaz. Consiste en usar un guante de goma, como los que se emplean para limpiar, y aprovechar la fricción que genera el material para atrapar los pelos de manera rápida y eficiente. Solo tienes que ponerte el guante, humedecerlo ligeramente y pasarlo sobre la superficie que quieras limpiar.

Al hacerlo, los pelos se agrupan en pequeños montones que puedes recoger fácilmente con las manos o con un paño húmedo. Este método no solo es práctico y económico, sino que también evita el uso excesivo de herramientas o productos químicos que podrían dañar los muebles. ¿Quién iba a pensar que un objeto tan común podría convertirse en un aliado imprescindible para los dueños de mascotas?