Chocolate con churros: dónde disfrutar de las mejores meriendas este invierno

Para empezar el día con fuerza o como merienda durante las frías tardes de invierno, la tradición de tomarchurros con chocolate debesu fama a las gélidas temperaturas del Madrid del siglo XIX. Es un ritualque no entiende de modas y que cada invierno consigue atraer por igual a grandes y pequeños, golosos y 'salados'. Ya seas de churros o de porras, te proponemos chuparte los dedos en algunos de rincones con más solera del país. Con este frío apetece, ¿verdad? Benditas calorías...

EN MADRID

San Ginés. Es una de las chocolaterías más típicas de la capital. Su historia se remonta a 1890, cuando funcionaba como mesón y hospedería. Pocos años después se convirtió en churrería y hoy tiene sucursales en China, Japón y Colombia. Uno de esos sitios que no debes perderte en invierno, tanto si eresturista como 'gato'. Pasadizo de San Ginés, 5.

Valor. La franquicia de chocolaterías Valor cuenta con locales en toda España y su éxito se debe a la exquisitez de su cacao y a la amplia carta de chocolates gourmet: Blanco Nepal, Maya, Azteca... Todo un templo del chocolate más internacional que se puedeacompañar, cómo no, con deliciosos churros y porras. Postigo de San Martín, 7.

Siglo XIX. Las porras más grandes de la capital. Tres generaciones abalan esta realidad. Si no te lo crees, te invitan a ver cómo las hacen en el momento en cualquiera de sus tiendas, distribuidas tanto en el centro de Madrid como en las afueras. Santa Engracia, 41.

Si no eres muy amigo de la masa de los churros, enEl Escorial se acompaña el chocolate con picatostes, un dulce realizado con rebanadas de pan. Si optas por una escapaditapara desconectar del ruido de la ciudad, prueba este manjaren la cafetería del hotel Miranda&Suizo (Floridablanca, 18).

FUERA DE MADRID

El chocolate con churros no es algo exclusivo de la capital:

Granja La Pallaresa, en Barcelona. En pleno Barrio Gótico barcelonés encontramos este emblemático lugar donde parece haberse detenido el tiempo. Sus churros se toman con chocolate negro como el tizón y también con nata, la cual nos sirven al gustoen una taza gigante. Para los que ya no recuerden el sabor del chocolate de toda la vida. Petritxol, 11.

Granja Dulcinea, también en Barcelona. En 1803 abrió sus puertas una de las granjas más antiguas de la ciudad, situada en la gótica calle peatonal de Petritxol. Camareros de camisa blanca y pantalón negro, exquisitos churros artesanos y tazas de chocolate negro o a la francesa, con más leche de lo normal. Carrer de Petritxol, 2.

El Castillo, en Valladolid. En un local tan pequeño que siempre es complicado coger mesa, se prueba el que para muchos es el mejor chocolate de Valladolid. Se trata de la chocolatería con más historia y tradición de la ciudad e irse de allí sin haber probado su delicioso oro negro a la taza es, dicen, un verdadero 'pecado'. Montero Calvo, 1.

La Fama, en Zaragoza. Aquí se sirve el chocolate espeso y en una taza tan grande que algunos pensarán que es para compartir. Si dentro no hay sitio, prueba a pedir los churros por la ventanilla que da a la calle y a disfrutarlos junto a la Basílica del Pilar. ¿Quién dijo frío? Prudencio, 25.