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República Checa: baños de cerveza, medicinales y goulash en Karlovy Vary
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República Checa: baños de cerveza, medicinales y goulash en Karlovy Vary

Al oeste de la República Checa se encuentra la región de Karlovy Vary, que es a los balnearios lo que la región de Pilsen a la cerveza

Foto: Codillo de cerdo asado y cerveza
Codillo de cerdo asado y cerveza

Concentra un gran número de balnearios gracias al subsuelo rico en fuentes de aguas curativas y minerales que, según cuenta la leyenda, fueron descubiertas en el siglo XIV por el emperador Carlos IV durante un día de caza. Fue así como nació la ciudad de Karlovy Vary, uno de los destinos predilectos de zares, emperadores y personajes célebres como Beethoven, Gogol, Paganini, Casanova o Mozart. También famosa por el Festival Internacional de Cine, conserva el esplendor de antaño en su magnífico patrimonio arquitectónico y en sus calles que invitan apaseos románticoso terapéuticos, con o sin prescripción médica, para beber en jarritas con forma de pipa las aguas milagrosas que emanan de las doce fuentes repartidas por la ciudad.

En los márgenes del río Teplá se concentran las tiendas de souvenirs con piezas artesanales de porcelana y cristal de Bohemia de la famosa fábrica Moser, terrazas, bares, restaurantes y el histórico Elefant Café, que ya existía en tiempos de Goethe, donde tomar la rica tarta Sacher. También puede hacerlo como James Bond en la película 'Casino Royale' y tomarlo en el Grandhotel Pupp.

A la hora de comer casi todos los restaurantes ofrecen cocina tradicional donde, además de 'goulash', hay ricas sopas de ajo, de coliflor o de patata y carnes de caza procedentes de los bosques de Bohemia, como ciervo, venado, faisán, codornices, tambiénpato, y pescados de río como la trucha o la carpa. Para acompañar, croquetas o albóndigas de patata o harina y salsas variadas para las carnes, en especial de frutos rojos. Entre las bebidas nacionales que acompañan están los vinos blancos de Moravia, cervezas Pilsen y Becherovka,el licor de hierbas medicinales que verá por toda la ciudad.

Una buena opción es el restaurante Karel IV, un local amplio y rústico de ambiente informal que conserva los muebles y utensilios de la antigua fábrica de cerveza en que se encuentra.

El dulce más popular son las obleas y son originarias de Mariánské Lázně o, más fácil, Marienbad, también una elegante y regia ciudad balneario donde una estatua de Goethe recuerda el paso del poeta que vivió su amor de verano con la joven Ulrike.

Hay que recrear los paseos de Kafka, Chopin, Wagner o Eduardo VII de Inglaterra, nuestro Alfonso XIII o el emperador del imperio austrohúngaro Francisco José I paseando bajo la columnata de hierro para después contemplar la fuente cantarina que interpreta famosas composiciones internacionales cada hora impar de abril a octubre. Muy cerca está el restaurante Uzlate Koule, un clásico con una agradable terraza que destaca por el empleo de productos frescos de la región, la especialidad en caza, asados y una interesante carta de vinos.

Se puede visitar Františkovy Lázně, el municipio más pequeño que cierra el triángulo de los balnearios más importantes de la República Checa. Además de sus bonitos jardines y coquetos cafés, es famoso por el descubrimiento de importantes yacimientos de gas mineral beneficioso para tratar problemas del aparato locomotor, afecciones cardiovasculares e infertilidad.

Si desea vivir la experiencia de sumergirse en una bañera llena de cerveza, con lúpulo y espuma incluida, y beneficiarse de sus propiedades para la piel mientras saborea una Pilsen bien fresca, puede hacerlo en Chodová Planá, donde además de este 'spa' está la fábrica de cerveza Chodovar, que tiene museo y un restaurante dentro de la cueva con platos típicos de la región.

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Concentra un gran número de balnearios gracias al subsuelo rico en fuentes de aguas curativas y minerales que, según cuenta la leyenda, fueron descubiertas en el siglo XIV por el emperador Carlos IV durante un día de caza. Fue así como nació la ciudad de Karlovy Vary, uno de los destinos predilectos de zares, emperadores y personajes célebres como Beethoven, Gogol, Paganini, Casanova o Mozart. También famosa por el Festival Internacional de Cine, conserva el esplendor de antaño en su magnífico patrimonio arquitectónico y en sus calles que invitan apaseos románticoso terapéuticos, con o sin prescripción médica, para beber en jarritas con forma de pipa las aguas milagrosas que emanan de las doce fuentes repartidas por la ciudad.

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