Nuevos -y deliciosos- retos para el Basque Culinary Center

Solo han pasado cinco años desde que,allá por septiembre de 2011,abriera sus puertas el Basque Culinary Center. Y lo hacía a lo grande: estrenando un edificio singular -que se ha fusionado en la ciudad igual que hiciera el Guggenheim en Bilbao- y con una declaración de intenciones de aquí te espero: "Ser un referente en la investigación, innovación y promoción de la gastronomía y la alimentación". Ahí es nada, debieron de pensar algunos, convencidos de que un proyecto tan ambicioso terminaría, como un mal suflé, desinflándose.

Pues bien, el tiempo ha pasado y el suflé está cada día más firme. Precisamente en estos días se acaba de graduar la segunda promoción de la Facultad de Ciencias Gastronómicas, esa facultad -pionera en España y Europa- con la que sueña cualquier aspirante a chef y que ha funcionado estos años como el mascarón de proa del BCC. "Es cierto que se nos conoce mundialmente por nuestro grado en Gastronomía -señala Joxe Mari Aizega, director general del centro-. Y no solo porla formación integral y altamente cualificada que imprimimos en los alumnos, sino también por las prácticas: a lo largo de la carrera, nuestros alumnos realizan cuatro prácticas externas, una de ellas en el extranjero".

Pero hay mucho más, nos quieren contar los directores de BCC. Más allá de esa titulación universitaria, desde el Basque hay un empeño por desarrollar todo el potencial que tiene la gastronomía, democratizándola y dotándole de un valor añadido. "Está más viva que nuncay tenemos que hacerla no solo deliciosa, sino también sostenible, saludable, solidaria". Así, dentro del ecosistema de actividades que han puesto en marchadestaca el Basque Culinary World Prize, "un premio para chefs con iniciativas transformadoras. Ya hay 20 finalistas -cuatro de ellos españoles-, y sus proyectos nos hablan de cómo promover otra realidad y contribuir con la sociedad. La idea es que la gastronomía se puede traducir en una fuerza transformadora.

También destacan sus siete másteres. Un vistazo a sus competencias -Ciencias Gastronómicas, Sumillería y Enomarketing, Pastelería de restaurante y cocina dulce, Turismo Gastronómico, Innovación y Gestión de Restaurantes...- nos confirma esa visión globalizadora y en constante movimiento de la que hablaba Joxe Mari Aizega: "No podemos quedarnos parados: si hace una década pensábamos en una escuela de alta cocina, en estos diez años ha cambiado todo el panorama. Tenemos que abrirnos a un mundo que, a su vez, se abre a nosotrosy aprovechar este momento de expansión. Nuestra idea, para 2020, es tener una presencia global".

Otra apuesta emocionante que han llevado a cabo en este tiempo son los cursos para 'entusiastas' -término con mucha más carga emocional que el importado 'foodie'-, unos espacios diseñados para reunirnos en torno a los placeres de la cocina;o los campamentos gastronómicos de verano, los 'Diálogos de cocina' o los foros de emprendimiento, como Culinary Interaction, una iniciativapara promover proyectos que desarrollan la interdisciplinariedad en la cocina.

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