Bertín: "De mi profesión creo que soy el único que ha pagado 5 millones a Hacienda”

A sus casi 60 años, la vitalidad de Bertín Osborne no le hace pensar en jubilación. A la actividad que implica estar de gira tanto con sus conciertos como con sus shows humorísticos con Paco Arévalo, el gaditano tiene que sumarle sus dos hijos pequeños, Carlos, de seis años, y Kike, de siete, que padece además una lesión cerebral por la que tanto Bertín como Fabiola Martínez luchan a través de la Fundación que crearon.

A ellos les dedica todo el tiempo que puede siempre que sus proyectos profesionales no le hacen ir de un lado a otro de España: “Estar fuera de casa me cabrea mucho porque no pude ver crecer a mis hijas y no quiero que me pase lo mismo con mis hijos pequeños”, dice el cantante a Vanitatis. Y es que en los últimos meses el otrora presentador de Menudas Estrellas vive a caballo entre diferentes ciudades de nuestro país, tal y como establece su agenda. Algo que no lleva del todo bien cuando se acuerda de lo que supone dejar sola a Fabiola con Kike, que pese a sus destacados avances médicos “aún no ha conseguido caminar”. “Kike está fenomenal, lo que pasa es que como todavía no anda nos tiene a todos arriñonados. Sobre todo a Fabiola que, si no estoy yo ni las personas que nos ayudan en casa, tiene que hacerlo todo ella. Debe encargarse de todo y subirlo a cuestas y eso cada vez se lleva peor”, señala Bertín en conversación con Vanitatis.

Unas palabras de las que se deduce que le preocupa pasar demasiado tiempo fuera de casa.

- ¿No piensa en retirarse?

- No puedo hacerlo porque no soy millonario, pero si pudiera lo haría.

Negociando con su finca sevillana

Precisamente por los problemas derivados de la enfermedad de su hijo Kike, Bertín Osborne se ha visto obligado a vender su finca sevillana. Aunque asegura que “esa finca es media vida para él", la distancia entre Madrid y Sevilla –la familia tuvo que trasladarse a la capital para facilitar los tratamientos de Kike– hizo inviable mantener los gastos de una hacienda que apenas visitaban. “Si iba a la finca, tenía que hacerlo yo solo, porque mover a un niño como Kike es un follón. Lleva mucho tiempo y entre que vas y vienes se te va todo el fin de semana y Fabiola se negaba a viajar hasta allí y yo lo entiendo”, explica el artista.

Ya con su cortijo andaluz puesto en venta y en vistas de encontrar nuevo dueño próximamente, el matrimonio busca ahora otra localización en la que ubicar una segunda vivienda de recreo a la que acudir cada fin de semana. “Quiero un sitio en el que poder disfrutar de mis hijos cada semana. Para eso estamos buscando algo en la zona de La Mancha. Por ejemplo en Toledo, que está aquí al lado o Ciudad Real, que te pones allí en un par de horas con el AVE” y apostilla: “Esa nueva finca no va a tener nada que ver con la de Sevilla. Aquella era una casa emblemática y la que queremos comprar ahora queremos que sea más moderna y totalmente adaptada a las necesidades de mi hijo Kike”.

La llamada de Pedro Sánchez a Sálvame, un acierto para Bertín

Vanitatis también ha querido interesarse sobre qué opinión le merecía al cantante de rancheras la irrupción de Pedro Sánchez en Sálvame. Para Osborne se trata de una estrategia muy meditada fruto de la cercanía que vende el socialista. Algo que para el andaluz no merece ninguna crítica negativa: “Cada político debe elegir a quien quiere dirigirse. Sálvame tiene mucha audiencia y no me parece mal que haya entrado en directo. El problema no es el programa si lo que vas es a hablar dignamente de tu proyecto como he hecho yo”, explica Bertín a este portal.

El presentador ha acudido varias veces al espacio de La Fábrica de la Tele para promocionar sus productos de alimentación y asegura que cada vez que ha ido “se nota que suben las ventas”.