Ana Obregón y Lecquio, juntos y bien avenidos en la graduación de su hijo Álex

Felices y sin tiranteces. Así es como Ana Obregón y Alessandro Lecquio posan junto a su hijo Álex en un reportaje que este miércoles publica la revista ¡Hola!. En nueve páginas y quinces fotografías, la expareja demuestra que aquella reconciliación que se fraguó en la portada de esta misma publicación hace unas semanas sigue por el buen camino.

Con motivo de la graduación del joven en la Universidad de Duke, Obregón y Lecquio viajaron hasta Carolina del Norte (Estados Unidos) para estar cerca de Álex, que el próximo mes cumple 22 años. “Ha sido el día más emocionante desde el nacimiento de Álex”, confiesa Obregón al comienzo de la amplia entrevista, “Es que no sabes lo que ha sido. Ver a tu hijo entre los mejores estudiantes del mundo. ¡Me sentía como cuando desfila en las Olimpiadas el equipo de España!”.Hecha un mar de lágrimas durante el acto, Ana Obregón asegura, con orgullo, que su hijo era el único español que se ha graduado este año en uno de los centros educativos más duros del mundo. “En esta universidad no se puede repetir curso. Quien suspende tiene que marcharse”.

Desaparecida de nuestro país cuando Álex se marchó a Estados Unidos, Ana Obregón continuará siguiendo a su hijo allá donde vaya como ha hecho hasta ahora. Por el momento, no tiene previsto regresar a España y sólo sabremos algo de ella vía exclusivas. “Si finalmente se decanta por Inglaterra, que es una de las opciones que más le gustan, pues allá que me busco un trabajo", señala la bióloga.

Viviendo una armonía familiar que va más allá de la entrevista, Obregón se enorgullece de la relación existente entre padre e hijo desde que ambos decidieron tomar caminos diferentes. Yo nunca he impedido ver a su padre. No he sido una mujer que por despecho o enfado haya impedido a mi hijo estar con su padre. Es más, Alessandro siempre ha tenido las llaves de mi casa y nunca le he pedido nada económico, aunque tampoco me lo ha dado, la verdad”. A pesar de esta ‘pullita’, Lecquio ha preferido mantenerse en un segundo plano en el reportaje y ceder todo el protagonismo a su ex y su hijo apareciendo únicamente en tres fotografías de las quince.

Licenciado en Ciencias Políticas y Filosofía –“soy un chico muy curioso y me gusta estar aprendiendo. La filosofía me ayuda a entender las cosas y las ciencias políticas a darle partido a tu forma de pensar”–, Álex está a punto de dar el salto al mercado laboral. Con ganas de estar cerca de los suyos, Europa es, probablemente, su destino preferido. Quizá, aquí, encuentre a su verdadera debilidad, las mujeres, “aunque nunca las conseguiré entender”, asegura.