Las casas de Mario Casas

Mario Casas ha dejado de ser una actor promesa para convertirse en uno de los habituales del cine español. Tiene en cartelera 'El bar' y 'coming soon' -como él mismo anuncia en su perfil de Instagram-: 'Bajo la piel de lobo' y 'El fotógrafo de Mauthausen'. Mario Casas, con solo 30 años, es un valor seguro para los directores españoles.

Con 'A tres metros sobre el cielo' se acercó a los 10 millones y con su secuela, 'Tengo ganas de ti', superó los 12 millones. En ambas, como en 'Palmeras en la nieve' o 'Fuga de cerebros' (casi siete millones recaudados) le ha dirigido Fernando G. Molina. Pero los abultados números de su caché no han hecho que pierda la cabeza y tiene el asesoramiento familiar en cada una de sus inversiones. Y la construcción de su casa en Torrelodones es un proyecto que cuenta con el apoyo de los suyos.

Sus hermanos, sus asesores

El actor, que vive a caballo entre su El Escorial natal y Madrid, donde tiene un piso de 50 metros cuadrados, ha decidido construirse un unifamiliar en la sierra de Madrid, pero seguirá muy ligado a sus padres, Ramón y Heidi, ya que la hipoteca de la parcela la tiene con ellos, así como la titularidad de la misma.

Mario, aunque ha vivido con sus parejas María Valverde y Berta Vázquez, tiene una excelente relación con sus progenitores y tres hermanos pequeños; Sheila y Christian le ayudan en labores de representación. Mario se ha tatuado las iniciales de los cinco. La R, por su padre; la H, por su madre; la S, por Sheila; la C, por Christian, y la O, por Óscar, que tiene un hueco en el mundo de la fama por sí mismo:

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P. Izquierdo

Vecino de Alba Carrillo y Toni Cantó

El lugar elegido por Mario Casas se conoce como Los Peñascales, una de las zonas más elitistas de la localidad serrana de Torrelodones, en el norte de Madrid, donde viven otras celebridades patrias tan dispares como Alba Carrillo y Toni Cantó, que residen en otras zonas de este municipio de menor calado social.

El de Mario es un terreno, a menos de 30 kilómetros de Madrid, en una urbanización con vistas a un lago. El sitio donde se edifica su mansión fue adquirido hace algún tiempo por el propio intérprete. Un lugar donde puede preservar mejor la intimidad.

La casa consta de dos plantas y ocupa una superficie de 218 metros cuadrados. El resto del solar sin edificar se destina a espacio exterior ajardinado, a la construcción de una piscina con una superficie de treinta y nueve metros dieciséis decímetros cuadrados y además se delimitan dos plazas de aparcamiento exterior. La edificación linda por todos sus lados con la parcela sobre la que se construye. El chalet es el resultado del trabajo bien hecho.

Enamorado de la sierra

Mario no es de Madrid de toda la vida, pero sí es la comunidad que ha vivido su nacimiento y proyección como actor. Nació en A Coruña y se mudó a Barcelona con seis. Allí se matriculó en un instituto de Esparraguera, para luego cursar bachillerato artístico en Martorell. Sus padres, con los que apenas se lleva 17 años, trabajan en la construcción, él, y de ama de casa, ella. A los 17 años se mudaron a Madrid. Y surgió el flechazo.

Casas tiene también unas pequeñas naves en la capital y otra propiedad de 80 metros cuadrados con una amplia terraza en Collado Villalba, también con su correspondiente hipoteca de 100.000 euros. Pero Mario es un actor atípico en lo personal. Ya se lo contó a 'El País'. Tres años después de su emancipación, la familia Casas volvió a reunirse en El Escorial. “Somos una piña. Estoy algo enmadrado. Pero nada conflictivo, ¿eh?. Mi casa, siempre llena de gente, es lo que me oxigena”. Pues eso.

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