Las fotos más exclusivas de la boda del nieto de la duquesa
Este fin de semana los jardines del Palacio de Liria acogían la primera boda en más de treinta años: la de Jacobo Fitz James-Stuart y Fernández de Castro, hijo del conde de Siruela y nieto de la duquesa de Alba, con Asela Pérez Becerril, una joven artista nieta de Juan Becerril, ex presidente de las salas cuarta y sexta del Tribunal Supremo y sobrina de Soledad Becerril, la que fuera alcaldesa de la ciudad de Sevilla.
La pareja se dio el 'sí, quiero' en una sencilla ceremonia a la que acudieron unos 300 invitados, gran parte de ellos amigos de los novios, que regentan un espacio de arte en Madrid. Cayetana de Alba tampoco se perdió el enlace de su nieto al que acudió junto a su novio, el funcionario Alfonso Díez, aunque no hay testimonio gráfico de su llegada.
Este fin de semana los jardines del Palacio de Liria acogían la primera boda en más de treinta años: la de Jacobo Fitz James-Stuart y Fernández de Castro, hijo del conde de Siruela y nieto de la duquesa de Alba, con Asela Pérez Becerril, una joven artista nieta de Juan Becerril, ex presidente de las salas cuarta y sexta del Tribunal Supremo y sobrina de Soledad Becerril, la que fuera alcaldesa de la ciudad de Sevilla.
La duquesa de Alba no se perdió la boda de su nieto Jacobo y estuvo sentada en la primera fila, justo al lado de la madre de María Eugenia Fernández de Castro.
Como en toda ceremonia que se precie, el vestido de la novia fue uno de los secretos mejor guardados. Asela finalmente no fue la artífice del vestido, tal y como había trascendido en un primer momento, y lució un diseño de Lorenzo Caprile, que se inspiró en la obra de Zurbarán para su concepción. Margaritas y rosas blancas para el ramo y una mantilla familiar para cubrir el recogido con el que el conocido peluquero Rupert había adornado su cabello.
Como en toda ceremonia que se precie, el vestido de la novia fue uno de los secretos mejor guardados. Asela finalmente no fue la artífice del vestido, tal y como había trascendido en un primer momento, y lució un diseño de Lorenzo Caprile, que se inspiró en la obra de Zurbarán para su concepción. Margaritas y rosas blancas para el ramo y una mantilla familiar para cubrir el recogido con el que el conocido peluquero Rupert había adornado su cabello.
Los invitados disfrutaron de un cocktail servido por Samantha Vallejo Nágera.
Los novios, ya convertidos en marido y mujer.
Otra de las invitadas que más interés despertó entre los fotógrafos y periodistas apostados en la calle Princesa de Madrid fue la madrina. María Eugenia Fernández de Castro llevó un vestido de seda largo en color verde botella y confeccionado en Vietnam, que acompañó con la tradicional peineta con mantilla. Ella fue la última en casarse en el palacio de Liria con su ex marido, el conde de Siruela, que acudió a la ceremonia junto a su pareja, la periodista Inka Martí. La hermana del novio, Brianda Fitz James Stuart, fue vestida por la Casita de Wendy, y animó la fiesta posterior con música. La nieta diseñadora de la duquesa de Alba suele pinchar discos en los locales de moda de la capital junto a Miranda Makaroff, la hija de la diseñadora Lydia Delgado.
El conde de Siruelo con el recién estrenado matrimonio y su segunda mujer, la periodista Inka Martí.
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