Letizia cede el protagonismo a su hija en un día histórico para la princesa

Estamos más que acostumbrados a analizar al milímetro cada uno de los estilismos de la reina Letizia, cuyos gestos también son sometidos a un intenso escrutinio. Y, aunque hoy era inevitable que todos estuviéramos pendientes de su look para un día tan importante para la familia, la protagonista es su hija Leonor, quien da un salto cualitativo en la presencia pública y las obligaciones institucionales que va a tener que ir asumiendo con el paso del tiempo.

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Estaba previsto que los actos comenzaran sobre las 11.40, con la llegada de los reyes y sus hijas al Real Sitio de Covadonga, que se ha producido con una media hora de retraso. Bajo el son de una banda de gaitas, se dio la bienvenida a la Familia Real, aclamada y recibida por las autoridades del Principado y el arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz Montes (acompañado por el vicario general y el abad de Covadonga): "Es precioso ser testigos del encuentro en la Santa Cueva, antel a Virgen de Covadonga, coronada, y la jovencísima princesa de Asturias. Que La Santina guíe vuestros pasos y que vuestra alteza crezca sana, sabia, santa y guapa, como aquí llamamos a las cosas y personas hermosas", ha afirmado.

Regalos para la Familia Real

Un momento muy emotivo, después de las palabras del clérigo, se ha producido cuando el popular gaitero José Ángel Hevia ha interpretado el himno de Covadonga. Posteriormente, la Familia Real se ha asomado al balcón y después, como ya había anunciado el arzobispo, se ha entregado a los Reyes una medalla conmemorativa del Centenario de la Coronación de La Santina, y a sus hijas medallas de la Virgen, de oro blanco y dorado, con unas piedras preciosas en la corona y en reverso la Cruz de la Victoria.

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Tras estos momentos cargados de religiosidad en la emblemática cueva han sido partícipes de una misa celebrada en la Basílica de Santa María la Real (aunque el recorrido a pie era muy corto, se han desplazado en coche al templo), a la que seguiría un homenaje al XIII Centenario del Reino de Asturias (con la presencia del arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Rouco Varela, los obispos de León, Santander, Lugo y Astorga, así como los arzobispos de Santiago de Compostela, Burgos y Granada) y una breve visita al museo.

Está previsto que en torno a las 17.30 de la tarde llegarán a la vega del Lago Enol, donde inaugurarán el Mirador de la Princesa, con motivo del centenario del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga.

Otro acto de gran relevancia

El acto de hoy no es sino la continuación de otro acontecimiento de gran trascendencia institucional y simbólica para la Heredera: la imposición que el rey Felipe VI hizo a su hija el pasado mes de enero del Toisón de Oro. En estas circunstancias también quedaron 'relegadas' a un segundo plano la reina Letizia y su hermana, la infanta Leonor, que siguieron atentamente y con emoción el acto.

La próxima aparición de Leonor será el próximo 12 de octubre, cuando se celebra el Día de la Hispanidad, pero en ese caso su protagonismo no será tan trascendental como en el caso de hoy.

El tiempo es inexorable y Leonor se hace mayor, por lo que la veremos, al igual que ocurriera con su padre, ir ocupando cada vez más espacio en una institución que en estos días se ha vuelto a ver salpicada por el escándalo de las grabaciones de Corinna, cuyo caso ha archivado el juez. Una buena noticia para la monarquía, que se ha visto muy erosionada por este escándalo y la entrada en prisión de Iñaki Urdangarin.

Hoy era un día para dejar aparcado todo esto y para celebrar.