Felipe y Letizia, dos aniversarios, una polémica (y el papel de las Campos)

Generalmente cuando hablamos de aniversarios en una pareja solemos referirnos a dos fechas clave, cuando empezaron su relación sentimental, y, si llegaron a hacerlo, el día de su boda. En el caso de los reyes Felipe y Letizia, dada la trascendencia de su papel para España, además de la de su enlace (22 de mayo de 2004) hay dos fechas muy importantes que conviene recordar, la del anuncio del compromiso matrimonial, que tuvo lugar el 1 de noviembre, y la de la petición de mano, que se celebró el día 6 de ese mismo mes.

Sin duda, dos acontecimientos que han quedado grabados en la memoria colectiva. Sobre todo el primero. Recordemos que se había filtrado el día antes, el 31 de octubre de 2003, en el programa 'Con T de Tarde', que presentaba Terelu Campos en Telemadrid y se armó un revuelo enorme, porque no había trascendido absolutamente nada de la relación sentimental del entonces príncipe de Asturias..

Terelu se había enterado a través de su madre, María Teresa Campos, pero nunca desvelaron quién era la fuente que les había proporcionado ese gran 'scoop', así que la Casa Real, antes de que se dieran más pormenores, anunció al día siguiente el compromiso matrimonial. Una fecha, sin duda, muy inusual, porque el Día de Todos los Santos es una fiesta muy arraigada en nuestro país y, sin duda, poco común para una noticia de tanto alcance.

Posteriormente, ya casados los ahora reyes de España, las Campos fueron citadas a un almuerzo en Zarzuela por el que en aquel entonces era jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza. La entonces princesa de Asturias ya estaba embarazada de su primera hija y le recomendaorn reposo, por lo que finalmente no se produjo el encuentro, dos años después de que Terelu diera, posiblemente, la noticia más importante de su carrera.

"Ella estaba en maquillaje y cuando solté esto se lió la de Dios. Ella tenía que salir a presentar la segunda edición del Telediario de TVE y manifestó cierto desprecio, como diciendo: '¿Cómo ha soltado esto?', ha recordado recientemente Terelu, quien en cierta medida temía la reacción de la que ahora es la reina de España, pero en aquel entonces era una compañera de profesión. Aunque no coincidieron en Zarzuela, la reina Letizia la llamó posteriormente y se mostró muy amable con ella.

Eso sí, hubo una llamada muy cordial posteriormente de doña Letizia, como desvelaba recientemente la propia colaboradora televisiva en 'Viva la vida': "Me dijo: te entiendo perfectamente. Yo he comprendido que no se puede gustar a todo el mundo, pero mi trabajo y mi labor es gustarle a la gran mayoría".

Sin duda, la precipitación de los acontecimientos obligó a improvisar. Letizia no tenía ni tan siquiera pensado el estilismo para un acontecimiento de tamaña trascendencia, así que con la ayuda de una amiga que trabajaba para la firma optó por un traje pantalón blanco con una chaqueta con cuello chimenea de Armani, que a partir de ese momento se convirtió en icónica y creó tendencia durante una larga temporada.

El momento más recordado, sin embargo, fue cuando llegaron las preguntas, que Letizia Ortiz, con muchísimas tablas por su experiencia televisiva, respondió con naturalidad. Y fue entonces cuando se produjo la primera polémica en la que se vio envuelta...

La periodista estaba afirmando que "está claro que a partir de ahora y de forma progresiva voy a integrarme en esta nueva vida con las responsabilidades que conlleva y con el apoyo y el cariño de...". En ese momento, cuando iba a decir "Doña Sofía", la interrumpió el príncipe, a lo que ella, con firmeza, replicó: "Déjame terminar".

Una anécdota que tomó una dimensión enorme y que a día de hoy sigue siendo muy recordada. 16 años más tarde, la pareja ha atravesado numerosas vicisitudes, rumores de crisis, el reconocimiento de la propia Casa Real de que en todas las parejas hay altibajos, un rifirrafe con la reina emérita, la abdicación del rey Juan Carlos, la entrada en prisión de Iñaki urdangarin, y, en clave feliz, el nacimiento de sus dos hijas, y la mayor relevancia institucional que va tomando su hija mayor, la princesa Leonor, destinada a suceder a su padre en el Trono.