El accidente de Froilán que agitó la vida de la familia real hace ocho años

Han pasado ocho años del accidente que sufrió Froilán al dispararse con la escopeta en un pie. El chico y su hermana, Victoria, pasaban las vacaciones de Semana Santa con su padre en Soria y con el resto de familia Marichalar. Las primeras noticias que llegaron a las redacciones hablaban de un percance mientras estaba cazando con su padre. Después se supo que fue una trastada que no tuvo complicaciones trágicas.

A sus 13 años, el nieto preferido de don Juan Carlos había abierto el armario donde se encontraban las escopetas de caza y, sin pensárselo dos veces, tomó una de ellas. Esta armería doméstica se encontraba cerrada con llave. Froilán, que siempre fue un niño muy movido tanto en el colegio como en casa, se hizo con ella. La familia, ajena a lo que estaba sucediendo, se percató de la situación cuando al adolescente se le disparó el arma, una escopeta del calibre 36. Esa fue la verdadera historia de un incidente que agitó las relaciones de la familia real.

Culpas y polémicas

Hubo un comunicado muy confuso por parte del palacio de la Zarzuela que insistía en que Jaime de Marichalar estaba con su hijo cuando no fue así. La infanta Elena echó la culpa a su exmarido por no haber estado pendiente del primogénito. La duquesa de Lugo era conocedora de la afición de Froilán, ya que desde los 10 años acompañaba a su padre al Club de Tiro Cantoblanco, donde el niño disparaba con unas escopetas especiales de bajo calibre.

El incidente se convirtió en tema de debate nacional. La polémica estaba centrada en torno a la edad con la que el nieto de los Reyes titulares había sufrido el accidente. En España está prohibido el manejo de armas hasta que no se cumplen los 14 años, y Froilán no los cumplía hasta el 17 de junio. Y más aún, de los 14 a los 18 es necesario un permiso especial denominado AEM (autorización especial de armas para menores) tras superar un examen teórico-práctico del que el adolescente carecía, como se supo más tarde.

Desde Soria se le trasladó al hospital Quirón de Madrid, donde fue intervenido. Esos días se pudo ver la brecha familiar entre los padres del accidentado. Marichalar acudía en solitario, mientras que la infanta Elena, con la reina Sofía, entraba y salía por la puerta principal. Una de las veces, la duquesa de Lugo se dirigió a la prensa y dejó clara su posición al contestar tajantemente a la primera pregunta sobre cómo había sucedido. “Yo no estaba con él, estaba solo con su padre”.

Quien no acudió esos primeros días fue el rey don Juan Carlos. Se encontraba de vacaciones de Semana Santa con Corinna Larsen, la amiga entrañable que aún permanecía en la sombra.