Spa y barco: Victoria de Suecia, de despedida de soltera antes de su vuelta al trabajo

Este jueves ha llegado el fin de las vacaciones para la princesa Victoria de Suecia y el príncipe Daniel, con varios compromisos en el Palacio Real y una visita a un centro de impulso a la industria hostelera del país. Era su vuelta al trabajo de forma presencial, ya que el 1 de agosto, la heredera fue la encargada de ofrecer el discurso inaugural del desfile digital del orgullo LGTBI, que fue de forma telemática. Pero hasta que ha llegado este día, la princesa y su familia han podido disfrutar de unas semanas de vacaciones, que culminaban con una fiesta de chicas a la que asistía Victoria este pasado fin de semana.

Según ha contado Jenny Alexandersson, periodista sueca especializada en los Bernadotte, Victoria de Suecia disfrutaba el fin de semana de la despedida de soltera de una de sus mejores amigas, Andrea Brodin. Esta interiorista de 43 años se prometía hace unos meses con el esquiador Cedric Notz. Y su historia es bastante curiosa, ya que se conocieron en la boda de la princesa Magdalena y Chris O´Neill. Y es que Cedric no solo es uno de los mejores amigos del empresario estadounidense, sino que ejerció de padrino en su enlade. Ahora, siete años después, la pareja tiene oportunidad de reunir en su boda, prevista para finales de agosto, a buena parte de la familia real.

Y antes de la boda, tocaba la despedida de soltera, en la que no faltó de nada para agasajar a la novia. La cita empezó con un spa y un masaje de 90 minutos para Andrea en el Grand Hotel de Estocolmo, uno de los más exclusivos de la ciudad, un cinco estrellas en pleno centro de la capital. Después del relax, un paseo en barco por la ciudad y para rematar, cena de chicas. Una reunión que hizo emocionarse a la novia, según ha contado en su blog, donde ha explicado también la ausencia de imágenes en las redes sociales: querían vivir el momento y no estar pendientes de las fotografías.

La boda de Andrea Brodin y Cedric Notz podría suponer la vuelta de Magdalena de Suecia a su país, aunque lo cierto es que no pudo viajar en verano por las restricciones derivadas de la pandemia y la dificultad de moverse entre países, por lo que no va a ser precisamente sencillo. Pero lo que es seguro es que va a traer muy buenos recuerdos a la princesa Victoria y su actual marido, el príncipe Daniel, ya que la primera boda de la novia, en 2003, fue la primera cita nupcial a la que asistieron como pareja oficial. Hoy, 17 años después, son una pareja consolidada y que, poco a poco, se prepara para asumir en un futuro no muy lejano el trono.