No solo la española: las familias reales se 'purgan' para sobrevivir

Si en algo tienen éxito los asesores de la familia real británica es en los golpes de efecto. Los Windsor se han enfrentado últimamente a numerosos problemas, desde la presunta implicación del príncipe Andrés en el caso Epstein a la fuga de Harry y Meghan Markle, que se hizo realidad el pasado mes de marzo. Para cerrar un 2020 que Isabel II bien podría definir como 'annus horribilis', como ocurrió en 1992, el equipo de comunicación de la Casa Real quiso dar una gran campanada ofreciendo una renovada imagen de la familia.

El martes, los duques de Cambridge ponían fin a un pequeño tour en el tren real por Escocia, Gales e Inglaterra en el castillo de Windsor. Allí les esperaba la reina, quien ofreció un homenaje a los voluntarios de la pandemia. A la soberana se unían, además de Guillermo y Kate Middleton, el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles, la princesa Ana y los condes de Wessex. Una clara muestra de quién forma ahora parte del núcleo duro de la Corona.

Ni rastro del duque de York, ni de sus hijas ni de ninguno de los parientes de la soberana que antes acudían a los grandes eventos familiares. No solo la crisis del coronavirus ha reducido la familia real, también los escándalos, por lo que los Windsor han decidido hacer una 'purga' y quedarse solo con los imprescindibles. Los siete elegidos por Isabel II, ellos son los que importan ahora.

Esta decisión de reducir considerablemente los integrantes de la familia real casa a la perfección con la idea que tiene Carlos para su reinado. El heredero siempre ha dicho que una vez sea el rey, sus hermanos y sobrinos van a desaparecer del organigrama, dejando todo el protagonismo a su mujer, sus hijos y sus nueras. Sin embargo, con el Megxit puede ser que los planes del príncipe de Gales hayan cambiado, y tenga que tirar de uno de sus hermanos, posiblemente Ana, con la que mantiene una estupenda relación, para la carga de la agenda.

La 'purga' real de los Windsor recuerda indudablemente a la vivida por la familia real española en 2014. Cuando Felipe VI fue proclamado Rey, decidió apartar a sus hermanas de la Corona, pasando de ser familia real a simplemente familia del Rey, como lo son la infanta Margarita, los primos Zurita y los GómezAcebo. El escándalo del caso Nóos provocó que Felipe quisiera desligarse de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, y la infanta Elena fue un daño colateral de esa decisión.

La familia real pasó entonces a estar formada por los Reyes, sus hijas y los eméritos. Sin embargo, de nuevo un escándalo de índole económico y judicial reducía esa lista. Don Juan Carlos era apartado, aunque no oficialmente, del organigrama real. Además, Felipe VI decidía retirarle la asignación anual que recibía y renunciaba a la herencia que le pertocará en el futuro.

Pero no es el único caso. En Suecia, el rey Carlos Gustavo decidía el año pasado hacer un cambio que ahora ha vuelto a la actualidad. Y es que este viernes, los príncipe Carlos Felipe y Sofía Hellqvist han anunciado que esperan su tercer hijo, que será el octavo nieto de los reyes suecos, pero el primero en nacer sin el título de su alteza real.

El monarca tomó la decisión en octubre de 2019 de que los nietos que no fueran hijos de la heredera, es decir, los vástagos de Magdalena y Carlos Felipe, no formaban parte ya de la familia real, siendo familia del rey, y aunque mantenían el título de príncipes, no la dignidad de su alteza real, sino simplemente alteza. En esta categoría están Leonor, Nicolas y Adrienne, hijos de Magdalena, y Alexander, Gabriel y el futuro bebé de Carlos Felipe y Sofía. Por lo que ahora los miembros de la familia real son diez - los reyes, los herederos, Estelle, Oscar, Carlos Felipe, Sofía y Magdalena-, frente a los quince que eran antes.