La princesa Leonor, un clon de la reina Letizia en la plaza del Obradoiro el día de Santiago

Este lunes 25 de julio, Santiago de Compostela y Galicia en su conjunto han celebrado su gran día: la festividad de Santiago Apóstol, patrón de España. Una jornada que por segundo año consecutivo ha contado con la presencia de la princesa Leonor y la infanta Sofía que, de nuevo, se han convertido en las auténticas protagonistas acompañando a sus padres durante todos los actos celebrados en la plaza del Obradoiro, una de las más alabadas del mundo, y posteriormente en el interior de la imponente catedral que la preside.

Acompañada por las autoriades pertinentes y siguiendo los pasos de sus padres, la princesa de Asturias ha vuelto a brillar, como hizo en los Premios Princesa de Girona hace unas semanas, demostrando que cada día tiene más entidad. Ya no es una niña. Cada día está más preparada, tiene más aplomo y muestra más seguridad en cada acto que protagoniza.

En esta ocasión, su look también ha acaparado todas las miradas. Con un vestido bicolor rosa fucsia y rojo, de corte midi, cuerpo entallado hasta la cintura, falda en forma de A y sin mangas, Leonor ha vuelto a lucir uno de sus mejores looks hasta la fecha en este caluroso día de finales de agosto en el que sabía que irremediablemente sería uno de los focos de atención de la jornada. Tal y como hemos podido confirmar, se trata del modelo Yasmin, de la firma Cayro Woman. A la venta por algo menos de 90 euros, está disponible en todas las tallas en su web.

* Si no ves correctamente este formulario, haz click aquí

No obstante, muchos han sido los que han apuntado al innegable parecido con la elección de su madre, la Reina, para este mismo acto. En su caso en un vibrante tono naranja tropical, doña Letizia ha optado por un vestido muy similar en corte al de su hijo regalándonos una foto de “clones” de lo más llamativa.

De hecho, poniendo atención al detalle, hasta el peinado y los zapatos eran similares: melena suelta sobre los hombros con una discreta onda en la punta y salones destalonados en un discreto tono nude y tacón sensato para enfrentarse sin problemas al solado de la plaza del Obradoiro.

Sofía, a juego con su padre

También ha sido curiosa la coincidencia cromática de la infanta Sofía con su padre, el rey Felipe. Lejos de los colores vibrantes elegidos por la reina Letizia y su hermana, Leonor, la pequeña de la familia se ha decantado por el mismo color que el año pasado, un azul pálido con un toque turquesa de lo más favorecedor y mucho más discreto para un día en el que ella no era la protagonista.

El vestido contaba con un corte de los que más abunda en el armario de Sofía. De largo mini, una cuarta por encima de la rodilla y manga larga, el drapeado ladeado en el cuerpo, algo ablusado le sentaba a las mil maravillas. De un tejido similar al satén, la caída de la falda, de corte recto combinaba a la perfección con las bailarinas planas a tono. Sencilla, discreta y perfecta.

Ese, además, ha sido el color elegido por su padre para la corbata, por lo que de nuevo, la composición de la foto de familia, era casi perfecta.