Los Reyes, Leonor y Sofía y su colorida vuelta a Santiago de Compostela
Rojo, naranja, rosa y un azul que recordaba a la banda que cruza la bandera gallega: la Reina y sus hijas han tirado de gama cromática para volver a la ciudad del apóstol
Es el tercer año consecutivo que don Felipe y doña Letizia aprovechan este 25 de julio para visitar Santiago de Compostela en su día grande y hacer la ofrenda al apóstol, algo que parece haberse convertido en toda una tradición. Fue en 2020 cuando volvían después de seis años a la emblemática catedral, parada obligatoria dentro de esa gira que hicieron por toda España para valorar el impacto de la pandemia. Y volvían en 2021, considerado Año Santo al caer el 25 de julio en domingo. Una visita que quisieron hacer con sus hijas y que han repetido este lunes, cuando hemos visto de nuevo a los Reyes, Leonor y Sofía en Santiago.
Por eso, la expectación estaba servida desde unas horas antes de las 12 de la mañana, cuando estaba prevista la llegada de la familia real a la Plaza del Obradorio, llena de gente para darles una calurosa bienvenida. En ella no han faltado los gritos de "viva el Rey" y los piropos a sus hijas, quienes si ya de por sí llaman la atención por su altura y sus melenas rubias, fueron aún más protagonistas del momento por sus looks. Y aunque en estos años de relación de la familia real con el Apóstol ha habido tiempo para muchas anécdotas, es cierto que Leonor y Sofía se han convertido en el gran reclamo en sus dos últimas apariciones, eclipsando a los propios Reyes.
Se desvelaban en el momento de la llegada los atuendos escogidos tanto por doña Letizia como por sus hijas, siempre un punto de interés extra en cada una de sus apariciones. Y hemos podido constatar lo colorida que ha sido esta vuelta de los Reyes, Leonor y Sofía a Santiago de Compostela. Tres colores vibrantes para las tres mujeres de la Casa Real, con elecciones muy parecidas a las del año pasado, especialmente en las dos hermanas: un vestido en rojo y rosa en Leonor, un azul que recordaba a la banda que cruza la bandera gallega en Sofía y un llamativo naranja para la Reina.
Tras saludar desde la distancia al público, tocaba el turno de las autoridades, entre las que se encontraba el nuevo presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, así como su antecesor en el cargo, Alberto Núñez Feijóo, o la vicepresidenta Yolanda Díaz, que daban a los Reyes y sus hijas -además de la también vicepresidenta Nadia Calviño, que iba con ellos- la bienvenida oficial antes de que el monarca se dispusiera a pasar revista a las tropas que participaban en la parada militar. Mientras, la reina Letizia, Leonor y Sofía permanecían en un segundo plano para después reunirse con don Felipe y hacer juntos la entrada a la catedral para presenciar la misa y hacer la tradicional ofrenda.
Tras saludar a la comitiva que después encabezarían para entrar en la catedral, han subido las escaleras para detenerse ante el conocido Pórtico de la Gloria. Allí tanto ellos como las autoridades y miembros de la iglesia que los acompañanan procedían a colocarse las mascarillas sanitarias, haciendo caso así a las recomendaciones sanitarias, que no obligan a ponérselas, pero sí las aconsejan, especialmente en recintos cerrados y llenos de gente, como es este caso. Así que por tercer año consecutivo, las mascarillas han sido un elemento más durante la tradicional ofrenda.
La ceremonia se ha desarrollado sin incidentes: don Felipe ha realizado la ofrenda como jefe de Estado, pronunciando un discurso en el que no ha faltado un recuerdo para todos aquellos que estos días se ven afectados por los numerosos incendios que asolan nuestro país. Eso sí, la misa ha contado con un invitado inesperado, el calor, al menos para Letizia, Leonor y Sofía, que han tenido que echar mano de su abanico -los tres del mismo color- en repetidas ocasiones. Cierto es que los diseños que han escogido tampoco ayudaban, puesto que eran bastante cerrados de cuello, e incluso el de la hija pequeña de los Reyes presentaba manga larga.
Tampoco el Rey se ha librado del calor y hemos podido ver cómo su hija mayor le daba un poco de aire con su abanico, un gesto que vuelve a mostrar la complicidad entre don Felipe y su heredera y que ya hemos visto en otras ocasiones, como cuando Leonor, hace unos años en Asturias, se preocupó de que su padre no se mojara tapándolo con su paraguas, encargándose de avisarle de que no se había puesto la mascarilla en un momento en que era obligatoria o más recientemente en los Premios Princesa de Girona.
No ha faltado el protocolo propio de estas celebraciones religiosas con los intercambios de saludos, la comunión -que han preferido no tomar ninguno de los cuatro- o los diferentes rezos y piezas musicales entonadas por el coro. En total, casi dos horas de servicio religioso que finalizaban con el espectacular balanceo del Botafumeiro, un momento emblemático en cada misa en la catedral del que no han perdido detalle ni Leonor ni Sofía.
Pero quedaba aún otro espectacular momento, ya que al terminar la misa ha tenido lugar una exhibición de varios miembros de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo, que tanto la familia real como las autoridades han contemplado desde la entrada a la catedral. Don Felipe y doña Letizia y sus hijas no han desaprovechado la oportunidad de saludar después a los cuatro saltadores antes de encontrarse con los jóvenes participantes de la Ruta Quetzal, que ocupaban un lugar de la plaza con banderas representando a todos los territorios españoles.
Terminaba así una jornada que se puede calificar de histórica, puesto que no es habitual que se celebre el Año Santo en dos años consecutivos, y que ha vuelto a contar con la presencia de los Reyes y sus hijas, a las que ya no volveremos a ver, al menos de forma oficial, hasta dentro de unos días en Mallorca, durante su tradicional estancia veraniega.
Los Reyes en Santiago
Fue en 2014 cuando don Felipe y doña Letizia visitaron por primera vez Santiago de Compostela ya convertidos en Reyes. Un año antes lo habían hecho también, aunque en calidad de Príncipes de Asturias y con un tinte mucho más triste, ya que su visita fue con motivo del accidente de tren que, en víspera del día grande, acababa con la vida de 80 personas y dejaba heridas a casi 150. Un año después de la tragedia volvían a la ciudad y, esta vez sí, para realizar la ofrenda, que sería la primera de don Felipe como monarca.
Tuvieron que pasar seis años hasta que los volvimos a ver con el apóstol y sin que fuera un día del todo festivo, ya que su visita estuvo marcada por la pandemia, al igual que la del año siguiente, cuando la princesa Leonor y la infanta Sofía debutaron en tierras gallegas, comenzando lo que puede ser ya toda una tradición.
Es el tercer año consecutivo que don Felipe y doña Letizia aprovechan este 25 de julio para visitar Santiago de Compostela en su día grande y hacer la ofrenda al apóstol, algo que parece haberse convertido en toda una tradición. Fue en 2020 cuando volvían después de seis años a la emblemática catedral, parada obligatoria dentro de esa gira que hicieron por toda España para valorar el impacto de la pandemia. Y volvían en 2021, considerado Año Santo al caer el 25 de julio en domingo. Una visita que quisieron hacer con sus hijas y que han repetido este lunes, cuando hemos visto de nuevo a los Reyes, Leonor y Sofía en Santiago.