El golpe de efecto de Letizia en Santiago: vestido naranja (y de estreno)

No se puede decir, desde luego, que la aparición de los Reyes y sus hijas en Santiago haya estado falta de color. Si el debut de Leonor y Sofía en 2021 estuvo marcado por el vibrante tono de sus vestidos -en un fucsia y un verde agua que se llevaron todas las miradas-, este año no han querido ser menos. La Princesa de Asturias ha lucido un diseño en rojo y rosa, mientras que su hermana ha elegido un vestido con un color parecido al de su visita anterior. Eso sí, mientras que la Reina quiso pasar más desapercibida en el debut de sus hijas con un vestido ya conocido y en tonos pastel, este año hemos sido testigos de todo un golpe de efecto de Letizia en Santiago con un llamativo vestido en color naranja y, además, de estreno.

No es un color fácil de llevar, desde luego, y no se puede decir que sea de esos tonos de los que la Reina echa mano habitualmente, como el rojo o el blanco y negro, sabiendo que va a acertar. Han sido muy pocas las ocasiones en las que se ha atrevido con este color tan holandés. Aunque eso sí, con acierto en todas ellas. Y esta no ha sido una excepción, a pesar de que sus hijas han acaparado gran parte de las miradas. Pero, como ya decimos, este año no se ha resignado a que Leonor y Sofía sean las grandes protagonistas y ha querido reivindicar su presencia con un look que era difícil que pasara desapercibido, por no decir imposible.

Y no solo nos referimos al color, sino también al impecable diseño. Hablamos de un sencillo corte de largo midi, con la cintura marcada con un cinturón incorporado, de la misma tela del vestido. Y la seña de indentidad del modelo: el cuello, cerrado pero formado por tela drapeda, dando el toque de originalidad. Las mangas de este vestido son muy cortas, solo con unos centímetros por debajo de los hombros. Un elemento, eso sí, que no ha evitado el calor a la Reina, a la que hemos visto echando mano del abanico en repetidas ocasiones dentro de la catedral.

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Aunque no suele ser su elección habitual, lo cierto es que este diseño tampoco permitía llevar grandes joyas. Así que las que han formado parte del outfit de la reina Letizia obedecían primero a lo que suele ser su costumbre; y segundo, a la misma forma del vestido. Es decir, que no hemos visto ni grandes collares ni tampoco grandes pendientes. Solo su habitual anillo de Karen Hallam, inseparable desde hace más de tres años, y unos pendientes que tampoco son demasiado habituales, formados por un pequeño brillante del que cuelga una piedra naranja.

Les hablábamos el pasado día 15 de julio de cómo la reina Letizia había combinado un vestido en color azul noche de Carolina Herrera con complementos en color marrón para homenajear a las víctimas de la pandemia. Pues bien, son exactamente los mismos complementos que ha lucido este lunes en Santiago de Compostela con su vestido naranja. Hablamos, por un lado, del bolso Mini Doma Insignia Satchel, elaborado en piel Mocán, que "presenta el sello Insignia en relieve que evoca el brazalete del 35º aniversario de la Casa Herrera", como podemos leer en la web de la firma. Por otro, los zapatos slingback a juego que posee en otros tantos colores, como en el tono nude que la princesa Leonor tiene y ha escogido para esta cita gallega, aunque con el tacón rebajado.

La mala noticia es que, aunque ya se sabe quién es el responsable del diseño, no se puede adquirir directamente a través de la web. Hablamos de la firma Vogana, una casa sevillana especializada en vestidos de invitada, por lo que, al igual que su hija mayor, Letizia ha apostado por moda andaluza. Se trata del modelo Mer que podemos encontrar en la web de la casa rebajado a un precio de 199 euros. Eso sí, en la tienda on line podemos ver dos opciones, ambas estampadas y ninguna con el vibrante naranja que la Reina ha escogido para su cita en Galicia.

No sería la primera vez que una firma hace un vestido o modifica un diseño expresamente para ella. Un ejemplo reciente lo encontramos en el primer encuentro de la reina Letizia con Jill Biden, cuando lució un vestido de lunares, pero con el largo midi y sin los volantes característiscos de los trajes de gitana, la especialidad de su creador. Otro ejemplo es el vestido que lució para el estreno de la temporada en el Teatro Real en 2019. Aunque salió a la venta unos meses después, durante un tiempo, ese vestido blanco tipo esmoquin solo lo tenía ella.

Lo cierto es que, aunque es una firma nueva en su armario, ya es una conocida de la Casa Real. El motivo no es otro que es la misma marca que escogió la Princesa de Asturias para hacer entrega de las Medallas de la Orden del Mérito Civil hace poco más de un año en el Palacio Real.