Charlène de Mónaco habla por primera vez de su enfermedad y su recuperación

Charlène de Mónaco parece estar ya totalmente recuperada de las dolencias que la tuvieron retirada de su papel de princesa durante más de un año. Fue en marzo de 2021 cuando la princesa viajó a Sudáfrica para asistir a un acto de conservación de animales cuando le diagnosticaron una infección ORL que le impedía coger un avión de regreso a casa. Eso provocó que tuviera que pasar en el país casi medio año, lo que provocó una avalancha de rumores acera de una inminente separación del príncipe Alberto. Tras tres operaciones quirúrgicas, la princesa lograba regresar a Mónaco, pero ahí no acababa su pesadilla.

La Charlène que volvió arrastraba problemas médicos, por lo que por decisión propia, convencida por su marido y sus hermanos, decidía ingresarse en una clínica Suiza, en la que pasó cerca de tres meses. "Como sé que hay rumores por ahí, dejadme decir que esto no es covid, no tiene relación con el cáncer y, si quieres hablar de más especulaciones, no tiene relación con la cirugía estética ni con un 'trabajo' en la cara", reveló un enfadado Alberto a la revista 'People', harto ya de los múltiples rumores que no hacían más que debilitar la salud de su mujer.

Corría febrero de 2022 cuando Charlène retomaba su agenda con un aspecto físico totalmente distinto al presentado a su regreso de Sudáfrica. Con más kilos, y mucho más sonriente, la princesa se ha ido reincorporando a la vida institucional del principado. Ahora parece feliz, sobre todo por poder estar al lado de sus mellizos, los príncipes Jacques y Gabriella. De todo ello ha hablado la exnadadora en una entrevista concedida a la sección YOU de la revista sudafricana 'News 24'.

“Pasé por un momento difícil, pero tuve la suerte de ser apoyada y querida por mi esposo, mis hijos y mi familia, de quienes saco todas mis fuerzas", ha confesado la princesa en las que son sus primeras declaraciones públicas tras su recuperación. "Mi vida diaria gira en torno a mis hijos. Este verano han estado muy ocupados con sus actividades, como la vela, sus cursos sobre el medio marino, así como su primera toma de contacto con el buceo y el salvamento marítimo", ha explicado Charlène, quien, como exnadadora olímpica, siente una pasión por todo lo relacionado con el mar que quiere inculcar a sus mellizos.

La princesa tiene muchas esperanzas en el futuro: "Mi año está lleno y estructurado. Estoy totalmente entregada a mis proyectos personales presentes y futuros, pero también a las necesidades de mis hijos y lo seguiré haciendo por el momento".

La princesa también ha recordado su reciente visita al papa Francisco en el Vaticano. "Soy profundamente cristiana y fue un honor y un privilegio encontrarnos. Mi esposo y yo compartimos un momento solemne y emotivo. La fe me ha guiado en momentos difíciles de mi vida", ha confesado. Charlène no hizo uso del 'privilége du blanc' -privilegio de blanco-, ese derecho que tienen menos de diez mujeres en el mundo, exclusivamente aquellas reinas o consortes de países católicos, entre las que se encuentra desde aquel 2 de julio, cuando se casó por la Iglesia con el príncipe Alberto.