Charlène, imparable esta semana: ahora con Alberto, rodeada de joyas y en honor de Grace Kelly
Representantes de la exclusiva Maison Van Cleef & Arpels (la favorita de Grace Kelly) han dado a conocer la nueva colección que aportará fondos a la fundación que lleva su nombre
La princesa Charlène, tras pasar una larga temporada alejada de los focos, ha regresado con fuerza a su agenda en suelo monegasco. Aunque durante las últimas semanas ha ido apareciendo con cuentagotas, parece que cada vez está más cómoda en su papel institucional y esta semana ha protagonizado dos actos seguidos intramuros del palacio principesco en el que reside junto a su marido, Alberto de Mónaco, y sus dos hijos mellizos.
De hecho, en esta ocasión ha sido junto a él con quien ha protagonizado su última aparición pública. Un evento de carácter benéfico celebrado en los jardines de palacio en los que el glamour que siempre rodeó a su suegra, la gran Grace Kelly, ha vuelto a estar presente.
En honor de la fundación que lleva su nombre, el matrimonio ha recibido para un cóctel al aire libre a varias representantes de la exclusiva Maison Van Cleef & Arpels, una de las casas de joyería más famosas del mundo nacida en Francia y favorita de la que fuera princesa de Mónaco desde antes de su matrimonio con Rainiero.
Por ese motivo, el vínculo de la joyería con la Casa Real de Mónaco es tan solvente que dura hasta nuestros días, siendo una de las principales patrocinadoras de la fundación que sus hijos crearon en su honor.
Hoy, algunas de sus directivas y diseñadoras han presentado a Charlène y Alberto varias piezas de la colección Alhambra (que siempre fascinó a la princesa Grace) que formarán parte de la recogida de fondos para ayudar a todas las personas que cada año atiende la organización benéfica de la que fuera una de sus grandes (y más conocidas) clientas.
La relación de Grace con Van Cleef & Arpels
Una relación idílica que la propia maison relata en su página web con orgullo. “En 1956, la actriz estadounidense Grace Kelly se casó con el príncipe Rainiero III y se convirtió así en princesa de Mónaco. Para celebrar su unión, el príncipe ofreció a su prometida un resplandeciente conjunto de perlas y diamantes de Van Cleef & Arpels, que permaneció en su colección durante toda su vida”, aseguran desde la firma. “Unos meses más tarde, Van Cleef & Arpels fue nombrado ‘proveedor oficial del Principado de Mónaco".
“Clienta de la Maison desde antes de su compromiso, la princesa Grace de Mónaco enriqueció su colección a lo largo de los años con piezas de alta joyería, como el clip de diamantes y zafiros Marguerite (1956), así como con brillantes creaciones para el día a día, que incluían distintos sautoirs Alhambra y clips de animales de la colección La Boutique”, detallan.
Un look sencillo
Piezas que en la actualidad ayudarán a alimentar la memoria de Grace y que Charlène ha querido conocer en primera persona. Gran amante del lujo y las joyas, no hay duda de que ella misma también cuenta con alguna de estas piezas en su joyero.
De hecho, para darle todo el protagonismo a las piezas presentadas, ha posado ante la prensa con un look de lo más sencillo. Para la ocasión, la princesa ha lucido un sencillo y ligero vestido de corte estilo túnica color azul muy oscuro, con escote en pico rematado por un volante, manga larga y largo midi.
Una prenda sencilla y discreta, perfecta para combatir las altas temperaturas de verano, que ha combinado con un colgante de oro blanco y brillantes de lo más favorecedor.
La princesa Charlène, tras pasar una larga temporada alejada de los focos, ha regresado con fuerza a su agenda en suelo monegasco. Aunque durante las últimas semanas ha ido apareciendo con cuentagotas, parece que cada vez está más cómoda en su papel institucional y esta semana ha protagonizado dos actos seguidos intramuros del palacio principesco en el que reside junto a su marido, Alberto de Mónaco, y sus dos hijos mellizos.