Charlène de Mónaco: tres meses más en Sudáfrica y una prueba de ADN pendiente
Mientras los rumores crecen y Alberto se enfrenta a una nueva demanda de paternidad, la princesa ha aclarado que no regresará a Mónaco hasta, por lo menos, octubre
Se ha escrito, y mucho, sobre la particular relación sentimental de Alberto de Mónaco y Charlène Wittstock. Ya incluso antes de casarse, los rumores de que la exnadadora quería fugarse del principado invadieron los medios de Europa. La situación no se calmó hasta la llegada de los mellizos Jacques y Gabriella, los dos vástagos de la pareja, aunque las imágenes e informaciones de que ambos hacían vidas por separado se sucedían, informaciones que ni se confirmaban ni se desmentían, pero que ahí estaban. Ahora, cuando se cumplen diez años de su enlace matrimonial, su situación vuelve a ponerlos en el disparadero.
No solo por el hecho de que Charlène lleva desde enero sin aparecer públicamente en el Principado, sino porque desde abril se encuentra en Sudáfrica, y la última novedad es que estará ahí al menos hasta octubre. Así lo ha confirmado ella misma en la cadena de radio South Africa 702. "Inicialmente, estaba previsto que estuviera aquí 10 o 12 días, pero tengo un problema de salud en mis oídos y los médicos han encontrado que tengo una infección ORL. Algo que necesita tiempo para curarse", contaba la princesa antes de desvelar que, según lo previsto, no regresará a Mónaco hasta dentro de tres meses.
Charlène ha dado todo tipo de informaciones acerca de su estado de salud, quizás debido a los rumores que han corrido con fuerza por las redacciones de los medios europeos. Era la revista alemana 'Bunte' la que daba un paso más y aseguraba en su portada de hace dos semanas que este distanciamiento físico entre Alberto y Charlène es también sentimental, y que el tema del divorcio está encima de la mesa, algo que ella ha negado por activa y por pasiva, asegurando que "Alberto está siendo mi Roca en estos momentos tan difíciles".
Pero hay más. Hay quienes incluso piensan que la estancia de Charlène en Sudáfrica tiene otra explicación, y tiene que ver con una prueba de ADN. Y es que Alberto se enfrenta a una nueva demanda de paternidad. Se trata de una joven de 15 años, que habría nacido de la supuesta relación que mantuvo el príncipe con una mujer brasileña durante unas semanas del año 2004, cuando aún no era el soberano del Principado, sino el heredero El caso, que defiende el abogado italiano Erich Grimaldi, quien a pesar de llevar ese apellido nada tiene que ver con la familia real, iba a tener la primera vista en febrero, precisamente cuando la princesa desapareció.
Sin embargo, y debido al coronavirus, esa primera audiencia se ha pospuesto hasta septiembre, según informa 'The Post', lo que para muchos explicaría las palabras de Charlène confirmando que hasta octubre no regresará al principado.
Se ha escrito, y mucho, sobre la particular relación sentimental de Alberto de Mónaco y Charlène Wittstock. Ya incluso antes de casarse, los rumores de que la exnadadora quería fugarse del principado invadieron los medios de Europa. La situación no se calmó hasta la llegada de los mellizos Jacques y Gabriella, los dos vástagos de la pareja, aunque las imágenes e informaciones de que ambos hacían vidas por separado se sucedían, informaciones que ni se confirmaban ni se desmentían, pero que ahí estaban. Ahora, cuando se cumplen diez años de su enlace matrimonial, su situación vuelve a ponerlos en el disparadero.