Felipe Juan Froilán sigue en Madrid: pillado por la prensa en una nueva salida nocturna

Los jueves son los nuevos viernes. O eso es lo que decían hace unos años, bastantes ya, cuando empezaron a ponerse de moda en la capital los jueves. Lo cierto es que ahora cualquier día de la semana es bueno, especialmente si no se tiene un trabajo fijo en el que haya que madrugar al día siguiente. Y es el caso de Felipe Juan Froilán, que sigue en Madrid. La prensa lo ha pillado en una nueva salida nocturna, también en jueves, después de la que protagonizó la semana anterior, en Panthera, un conocido local de la calle Miguel Ángel, y de la que informó en exclusiva Vanitatis.

Y así, llegamos a otro jueves en el que volvemos a tener noticias de Froilán. Y esta vez con constancia gráfica, a diferencia de las tres veces anteriores, en las que fueron testigos presenciales o los propios informes policiales tras la intervención en el after ilegal en el que estaba el hijo de la infanta Elena las vías por las que tuvimos conocimiento de sus andanzas nocturnas. Así que, solo de los últimos diez días, son ya cuatro las noches en las que el joven ha disfrutado de la oferta hostelera de la capial. Y son solo las que han trascencido, por lo que tampoco podemos descartar que entre salida y salida de las que hemos tenido constancia haya habido más.

En el caso de este pasado jueves, y para su mala suerte, fue la propia prensa la que dio con él. Tal y como nos cuentan, fue primero a casa de un amigo y después se dirigió a un pub. Y todo esto, en el barrio de Retiro, el mismo donde vive desde hace un tiempo la infanta Elena y donde se supone que vive él también, ya que nunca ha trascendido que se haya independizado. Así, deducimos que este jueves decidió quedarse cerca de casa, al menos en esas primeras horas de la noche en las que estuvo acompañado por la prensa.

Gracias a esta compañía -probablemente inesperada por él- tenemos estas imágenes de Froilán, tomadas durante esta nueva y última -por ahora- salida nocturna, que confirman dos cosas. Una, que el sobrino del rey Felipe, de momento, no ha regresado a Abu Dabi, una posibilidad que se había puesto encima de la mesa tras las noticias publicadas sobre su presencia en ese after ilegal. Dos, que no le ha afectado mucho convertirse en el protagonista de la actualidad por cómo emplea su tiempo de ocio y sus consecuencias, como el hecho de que se acelerara el proceso de quitarle la escolta.

Eso sí, aunque no parece que por ser el protagonista de los titulares vaya a cambiar sus costumbres cuando se pone el sol, lo de que la prensa le descubriera y le hiciera preguntas no es que le hiciera demasiada gracia. Contábamos el pasado viernes en Vanitatis que la noche antetior, durante su juerga en Panthera, iba vestido con sudadera y sin gorra, algo que sorprendió. Una semana después, volvemos a verlo con sudadera y, esta vez sí, con gorra, quizá precisamente para pasar algo más desapercibido. Algo que no consiguió, como podemos comprobar: intentó taparse con el abrigo para que la cámara no captara una imagen suya clara, además de no contestar a ninguna de las preguntas.

Una semana 'non-stop'

Fue el pasado viernes cuando supimos, por testigos presenciales, que el hijo de la infanta Elena estaba en Panthera, confirmando así que ya había vuelto de Abu Dabi, donde pasó unos días con el Rey emérito. Las informaciones sobre su viaje a Emiratos eran diversas, puesto que algunas apuntaban que estaría allí hasta el verano, mientras otras fuentes aseguraron a Vanitatis que volvería mucho antes, como así ha sido. Pero ese jueves gracias al que sabíamos que Froilán estaba de nuevo en España no era el primero en el que disfrutaba de la noche madrileña: el sábado anterior, otros testigos lo situaban en un local de la calle Serrano.

No esperábamos que el lunes por la mañana conoceríamos otra salida de Froilán, esta vez mucho más polémica. Los informes hablaban de un after ilegal en el que la policía había encontrado menores y diferentes tipos de drogas. Las noticias servían para que se recordaran otras salidas nocturnas del sobrino del rey Felipe más que polémicas, algunas de ellas con incidentes de armas blancas y tiroteos incluidos. Pero, como contaba el entorno a Vanitatis, ni la infanta Elena ni Jaime de Marichalar están preocupados por estas salidas, pero sí por su exposición pública, algo inevitable.

A día de hoy, tal como nos contaban, la máxima preocupación de sus padres es que encuentre un trabajo o una dedicación, mucho más que sus fiestas, aunque sean, al menos en las últimas semanas, conocidas y frecuentes. Algo que, precisamente, podría evitarse si tuviera un trabajo con un horario, como la mayoría de sus amigos.