¿Qué es la cocaína rosa o tusi? La nueva droga de moda entre la 'jet set'

A lo largo de las últimas horas, un nombre ha copado los titulares de la prensa nacional: el tusi. Conocida también como tuci, nexo o cocaína rosa, ha saltado de la noche a la opinión pública por la reciente redada llevada a cabo en un after ilegal de Madrid, donde fue identificado Felipe Juan Froilán, tal y como desveló 'El Mundo'. Allí se encontraron a varios clientes consumiendo esta sustancia, haciendo que muchos se pregunten qué es esta nueva droga.

Aunque no es un producto nuevo para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, sí se ha visto incrementado su consumo en los últimos meses. Así lo prueban las diferentes redadas que se han notificado, como las que se llevaron a cabo en Ibiza o Barcelona. Creada en Estados Unidos, se cree que su origen se remonta a 1974, sintetizada por el psiquiatra Alexander Shulgin para usos médicos, aunque sería prohibida por sus efectos sobre la salud.

Comenzó a popularizarse en Estados Unidos en torno al 2013, expandiéndose primero por América y después dando el salto a Europa. Aunque lleva el sobrenombre de cocaína rosa, no tiene nada que ver con ella. Realmente lo que se 'debería' encontrar es bromo, dimetoxifeniletilamina, bromo-mescalina y feniletilaminas. Es decir, pertenece a la familia de las anfetaminas como el MDMA y el MDA.

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Decíamos lo que debería llevar en su formulación porque, como atestiguan los partes del Ministerio del Interior, en la mayoría de casos era una mezcla de drogas muy baratas, ketamina y cafeína, a las que se le añade el color rosa para darles un punto más diferenciador. A pesar de ello, se ha convertido en uno de los estupefacientes favoritos de las clases altas. Por eso se ha ganado también el sobrenombre de 'la droga de los pijos' en España o 'de los chetos' en Argentina.

Bajo su color rosado y su olor a fresa, encontramos también un negocio redondo. Así lo contaba Berta de la Vega, coordinadora de Energy Control en Madrid, para 'El País': “Te la están vendiendo como algo muy exclusivo, cuando es un trifásico habitual (con relación al tipo de droga). Coges un poquito de cada, los mezclas, añades el color rosa, el olorcito a fresa y, hala, lo vendes por 100 euros el gramo”. En referencia a que otros productos de su familia cuestan mucho menos. Por ejemplo, un gramo de MDMA puede rondar los 40 euros y el de ketamina ronda los 20-35 euros.

Respecto a sus consecuencias inmediatas, sea consumida de forma oral u olfativa, tiene graves riesgos para la salud. Por ejemplo, alternaciones neurales, posibles alucinaciones, paranoias, ansiedad, desmayos, golpes de calor o confusión mental, a los que añadir el aumento del ritmo cardiaco e incluso la muerte.

Sin olvidar que a largo plazo puede producir trastornos del estado de ánimo, cuadros psicóticos persistentes, alteraciones del sueño y daño cognitivo, por lo que las autoridades médicas y psicológicas desaconsejan su consumo (como el de toda droga), animando a quien lo necesite a pedir ayuda en la Agencia Española contra la Drogadicción o en los centros nacionales de rehabilitación gratuitos que hay en todo el país.