Correr y flexiones: el entrenamiento físico de Leonor para ingresar en Zaragoza, al detalle

Entrar en una academia militar no es cosa fácil; hay varios requisitos. Y la forma física es uno de los más importantes. Los jóvenes que ingresan en la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza, como lo hará este mismo jueves la princesa Leonor, necesitan llegar en un estado físico trabajado para no quedarse atrás. Lo indican desde la propia AGM en un documento al que ha tenido acceso Vanitatis gracias a fuentes militares implicadas en el proceso de acceso.

“Debido al importante esfuerzo físico que se le va a exigir en esta fase inicial del curso, con el fin de evitar lesiones y obtener buenos resultados desde el principio, es fundamental que atienda las siguientes recomendaciones”. El citado documento es una guía que la princesa ha seguido a rajatabla para poder adaptarse desde el primer momento y no quedarse rezagada.

Hay que tener en cuenta que compartirá instrucción con casi 700 compañeros que se han preparado a conciencia, porque ellos no pueden permitirse fallar en ningún momento. Y las indicaciones de tablas de ejercicios son detalladas y concretas. Aquí les presentamos cómo se ha entrenado la hija de los reyes Felipe y Letizia este verano.

"Resistencia orgánica"

Ha realizado, obviamente, ejercicio de forma regular, en especial de “resistencia orgánica”. En este apartado, debía realizar una carrera mínima de 45 minutos al menos tres días por semana. Para el tren superior, se ha centrado en ejercicios de brazos, que comprenden cuatro series de extensiones y de flexiones de brazos al 70-75% de su marca máxima, todos los días. Esto es, que si Leonor de Borbón es capaz de hacer 20 flexiones seguidas, debe hacer unas 15 al día, en repeticiones de cuatro veces.

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Lo que exigen en la Academia es que la fuerza física de la persona que ingresa sea “igual o superior a la del momento en que realizó las pruebas físicas de ingreso”. Y este extremo se verifica mediante un test al que se someterán todos los alumnos los primeros días de estancia en Zaragoza. Para lograr esa forma física de alto nivel, se pide que “acostumbre a sus pies a utilizar calzado duro”. Y si alguno de los alumnos, que no se sabe si es el caso de doña Leonor, tiene algún problema en los pies, es recomendable que acuda al podólogo o especialista correspondiente antes de su incorporación.

Desfase con los compañeros

Si existe una lesión previa en cualquier parte del cuerpo, también piden que se trate de solucionar antes de entrar, porque si las dolencias se manifiestan una vez iniciado el proceso de adaptación a la vida militar, tratarlas “acarrearía pérdidas de clases y el desfase formativo con respecto a sus compañeros”.

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Además de la forma física, se medirá también “el nivel de inglés”, algo que podemos asegurar que no hará sufrir a la heredera al trono, puesto que es bilingüe desde pequeña y su estancia en el internado de Gales no ha hecho más que potenciar su habilidad en lengua inglesa. El idioma debe dominarlo “conforme a los estándares de la OTAN” y en función de su nivel, le asignarán una clase u otra.

Decálogo de memoria

Los cadetes, ya sean Damas o Caballeros, deben respetar y cumplir a rajatabla un decálogo que sitúa al Rey en primer lugar. Será de fácil cumplimiento para la hija de este. Lo deberán aprender de memoria, tal como informaba Paloma Barrientos este miércoles en Vanitatis. Así, el primer punto señala que se debe “tener un gran amor a la Patria y fidelidad al Rey, exteriorizado en todos los aspectos de su vida”.

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En un lenguaje muy propio del mundo del Ejército, en el que la cortesía nos lleva acaso a tiempos pasados, el decálogo de la AGM cuenta con otros puntos curiosos. Como si fueran los 10 mandamientos, los alumnos de la Academia deberán respetar indicaciones como la de “no murmurar jamás ni tolerarlo”, “hacerse querer de sus inferiores y desear de sus superiores”, “ser valeroso y abnegado” y “unir a su acrisolada caballerosidad constante celo por su reputación”.

El espíritu militar debe estar “reflejado en su vocación y disciplina” y los alumnos tienen que ser “voluntarios para todo sacrificio, solicitando y deseando siempre el ser empleado en las ocasiones de mayor riesgo y fatiga”.

Un petate abultado

El petate con el que debe entrar la princesa es abultado y los objetos que debe meter en él también están en una detallada lista. Desde las horquillas y redecilla del pelo que citaba Barrientos en su artículo, hasta un USB, útiles de limpieza de calzado como betún, cepillos y trapos, y un kit de costura que incluya tijeras, dedal, agujas e hilo. Las Damas Cadete deben llevar en la bolsa un gorro de natación negro, útiles para limpieza de armamento (trapos, pinceles y cepillo) y piquetas de camping, pues realizarán maniobras al aire libre.

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La princesa Leonor debe llevar consigo crema de enmascaramiento, un espejo pequeño, una linterna tipo frontal y un "reloj digital básico sin GPS". También es necesario un botiquín en el que se incluya “algodón, yodo, tiritas, analgésicos, crema vitaminada para rozaduras, vaselina, esparadrapo de buena calidad y apósitos”.

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Saber qué utensilios debe llevar la heredera al trono en su petate dan una idea clara de cómo será su vida en la Academia General Militar, donde las habitaciones son de dos, cuatro y 12 personas, con su pequeño espacio para guardar todos sus enseres. La experiencia es un aprendizaje no solo militar, como vemos, también vital. Y quienes pasan por una experiencia de este tipo salen, tal como remarcan quienes lo han vivido, convertidos en otras personas.