La tiara de la princesa Ildiko de Hungría en París: una joya de la familia del rey Juan Carlos

El centro de París se llenó de glamour en una de las fiestas más exclusivas de la alta sociedad internacional. Aplaudida y criticada a partes iguales, el histórico hotel Shangri-La Paris acogió Le Bal 2023. El baile de debutantes donde jóvenes de diferentes partes del mundo se presentan en sociedad, a la vez que se recauda dinero para actos solidarios. Un evento de gala donde las joyas tienen un papel muy especial para las debutantes, que llegan del brazo de sus acompañantes, los 'cavaliers'.

Una tradición con un origen real muy especial, que lleva celebrándose en esta modalidad en Francia desde que Ophélie Renouard lo rescató en 1992. Allí se pueden ver a algunas de las hijas e hijos de las personalidades más importantes de la economía o la sociedad, como Lissie, princesa de Etiopía, o Ildiko, princesa de Hungría y de Bohemia. Precisamente esta última ha lucido una joya vinculada a la familia real española.

Perteneciente a la familia de los Habsburgo, Ildiko es archiduquesa de Austria y princesa real de Hungría y Bohemia. Una de las hijas de Eilika von Oldemburg y del archiduque Jorge de Habsburgo, embajador de Hungría en Francia e hijo del europarlamentario Otto de Habsburgo, su padre es nieto de Carlos I de Austria, por lo que es antepasado de la emperatriz Sissi.

Un origen aristocrático que la llevó hasta este Baile de Debutantes de 2023 en París, donde lució un vestido camisero de manga larga ligeramente abullonada y falda con volumen acampanada en un tejido brillante azul petróleo. Una creación del modista francés Alexis Mabille a la que se le sumaba una espectacular tiara de diamantes.

Una pieza cedida por la joyería V Muse para la ocasión que tiene su origen en la abuela materna del rey Juan Carlos I, bisabuela de Felipe VI. Es decir, su propietaria original era Luisa de Orleans, la menor de las cuatro hijas del duque de París (nieta de Luis Felipe, el último rey de Francia).

A comienzos del siglo XX, en 1907 se casó con el infante Carlos, de la rama española de los Borbón-Dos Sicilias, y entre otros hijos de esa unión nació María de las Mercedes de Borbón y Orleans, madre del Rey emérito. Tras la muerte de la princesa Luisa de Orleans, esta pasó a una de sus hijas, María de la Esperanza, la hermana favorita de la condesa de Barcelona.

Ella la lució, por ejemplo, en la cena previa a boda de su sobrino, el rey Juan Carlos, y la reina Sofía en Atenas. De nuevo, tras la muerte de María de la Esperanza, la tiara pasó a su hija Gloria de Orleans-Braganza de Borbón y Orleans (actual duquesa de Segorbe). Finalmente, se subastó a un comprador anónimo en 1982, que la volvió a sacar a subasta en 2018.

Tal y como ya te contamos entonces en Vanitatis, la joya histórica se vendió por 320.000 euros en la casa Christie's España por encima del precio de salida, perdiéndosele la pista a manos de un empresario chino, hasta la noche del 25 de noviembre en París.

Una tiara estilo Belle Époque, con diferentes diamantes estilo pera engarzados y realizada en platino, que sigue la línea estética de joyería de comienzos del siglo XX. Creando a través de las piedras preciosas motivos ornamentales de flores, ramas y hojas. Una espectacular pieza que se escapó de las 'rescatadas' por el rey Juan Carlos I, pero que ahora ha vuelto a pisar un palacio, el hotel de Le Bal, que fuera residencia del príncipe Roland Napoleón Bonaparte.