El rey Felipe VI sorprende a los vecinos de Medinaceli con una visita inesperada

A mitad de camino entre Madrid y Zaragoza, ciudad donde la princesa Leonor está realizando su formación militar, se encuentra Medinaceli, un pueblo soriano que este pasado sábado 3 de febrero vivió la visita sorpresa de Felipe VI.

Muchos de los vecinos de la localidad soriana, una de las más bonitas de España, declarada Conjunto Histórico Artístico en 1964 y galardonada con el Premio Municipio Turístico de la Provincia de Soria en dos ocasiones, no dieron crédito al cruzarse por la calle con el monarca, quien, según han informado varias fuentes a EFE, realizó una visita privada.

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R. R.

El hijo de don Juan Carlos y doña Sofía aprovechó para comer en un restaurante de la zona. "No era conocida la visita. Igual vendría de Zaragoza, que está su hija en la escuela militar", ha señalado el propietario de otro establecimiento hostelero consultado por EFE.

Tras el almuerzo, el esposo de la reina Letizia, vestido de manera informal con un pantalón gris, un jersey azul y un chaleco negro, y aprovechando las buenas temperaturas que ofreció la jornada, quiso dar un paseo por el casco antiguo, momento en el que muchos ciudadanos aprovecharon para acercarse a él. El Rey atendió a todos con amabilidad y no dudó en sacarse fotografías con todo el que se lo pidió.

Felipe VI realizó esta visita acompañado de un grupo de amigos y según ha señalado Gregorio Miguel, alcalde de Medinaceli, a Ical, el monarca se mostró “muy agradable” con todos.

Esta visita sorpresa a Medinaceli se produce pocos días después de que Felipe VI cumpliera 56 años el pasado 30 de enero. El padre de Leonor y Sofía vivió ese señalado día sin tomarse la jornada libre. Su agenda estuvo, incluso, más ajetreada de lo habitual, con tres audiencias sucesivas en varios campos, desde lo institucional a lo académico.

El pasado mes de octubre, Felipe VI sorprendió al aparecer con la mano vendada tras la jura de bandera de la princesa Leonor. Desde el Palacio de la Zarzuela aclararon que no se trataba de una lesión grave, sino que era un "vendaje preventivo". Sin embargo, el Rey ha tenido que llevar una férula varios meses.

El día de su cumpleaños, el monarca, muy sonriente, recibió primero las felicitaciones cariñosas de los miembros de la prensa. Cuando uno de ellos le pregunto cómo se encuentra de su lesión, se limitó a responder con un escueto "vamos tirando".