Felipe VI cambia el traje por la guayabera en la República Dominicana
A estas alturas del verano, los Reyes suelen disfrutar de unos días de descanso en una ciudad que mantienen en secreto, pero este año el monarca ha interrumpido el viaje
El rey Felipe VI ha interrumpido sus vacaciones privadas para cumplir con un compromiso oficial de alto perfil: la investidura del nuevo presidente de la República Dominicana. El monarca dejó temporalmente sus días de descanso, que estaba disfrutando aparentemente en Grecia junto a la reina Letizia y sus hijas, para volar a Madrid y, desde allí, cruzar el océano Atlántico hacia Santo Domingo para pasar dos días en el Caribe.
Su llegada al país caribeño el pasado 15 de agosto estuvo marcada por un caluroso recibimiento de las autoridades locales. Y es que, aunque el motivo principal del viaje de Felipe VI era asistir a la toma de posesión del presidente dominicano, Luis Abinader; el Rey pudo disfrutar del país y su gente en un recorrido por algunos de los sitios más emblemáticos de la ciudad.
La primera parada fue una recepción oficial en el Palacio Nacional. Entre sus paredes vivió un breve encuentro con Abinader antes de reunirse con los españoles residentes en el país.
Durante los actos oficiales, el rey Felipe destacó por la elegancia y adaptabilidad de sus atuendos. Tras la bienvenida, el monarca cambió su tradicional traje por una guayabera, una prenda típica de la región, más adecuada para las altas temperaturas de Santo Domingo. Con esta vestimenta veraniega, se presentó en el Museo de la Catedral de Santo Domingo, una de las joyas culturales del país y recientemente inaugurado.
La visita fue seguida por el acto central del viaje: la toma de posesión del presidente. La participación del Rey en esta ceremonia subraya la importancia de las relaciones entre ambos países y el papel de la monarquía española en la política internacional, especialmente en América Latina. La aparición de Felipe VI en la ceremonia fue uno de los momentos más destacados del día.
No es la primera vez que el monarca tiene que interrumpir sus vacaciones de verano para atender a compromisos reales. Le pasó el año pasado, cuando se tuvo que trasladar a Paraguay. Fue justo el 15 de agosto, día que ahora ha partido, y le permitió pasar la última jornada en familia antes de que la princesa Leonor iniciase su formación académica en la Academia Militar de Zaragoza.
En ambas ocasiones, Felipe VI ha viajado solo, mientras la Doña Letizia y a sus hijas disfrutaban del verano en algún destino que siempre intentan mantener en privado para desconectar. Esta vez, aunque se supone que el Rey ha viajado desde Grecia, la Reina permanece en paradero desconocido desde que regresaron. Entre todo esto, la princesa Leonor y la infanta Sofía se preparan para retomar sus respectivas obligaciones académicas y militares.
Está previsto que la heredera al trono se incorpore el próximo 30 de agosto al segundo año de su formación militar en un nuevo ejército y emplazamiento: la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra. Por su parte, la infanta Sofía deberá regresar en septiembre a Gales para continuar con su bachillerato.
Estos inminentes compromisos explican la prisa de los reyes por aprovechar al máximo los pocos días de vacaciones que tuvieron antes de que Felipe VI tuviera que cumplir con este importante compromiso en el Caribe.
El viaje del monarca a Santo Domingo también estuvo marcado por la reciente pérdida en su familia. El fallecimiento de su primo, Juan Gómez-Acebo, a la temprana edad de 54 años, se produjo mientras el Rey se encontraba fuera de España, lo que le impidió acompañar a sus primos en este momento de duelo. Esta pérdida es la segunda que sufre la familia en menos de seis meses, tras la muerte de otro de los hijos de la infanta Pilar.
A pesar de las circunstancias personales y del breve tiempo que pasó en la República Dominicana, el rey Felipe cumplió con todos sus compromisos. Este viaje marca el comienzo de un periodo intenso para la Casa Real española. Con la inminente partida de la princesa Leonor y la infanta Sofía para retomar sus actividades, y la reanudación de los actos institucionales de la reina Letizia, se espera que septiembre sea un mes lleno de eventos y compromisos para la familia real.
El rey Felipe VI ha interrumpido sus vacaciones privadas para cumplir con un compromiso oficial de alto perfil: la investidura del nuevo presidente de la República Dominicana. El monarca dejó temporalmente sus días de descanso, que estaba disfrutando aparentemente en Grecia junto a la reina Letizia y sus hijas, para volar a Madrid y, desde allí, cruzar el océano Atlántico hacia Santo Domingo para pasar dos días en el Caribe.