Mary de Dinamarca customiza otra vez este vestido de flores: un diseño, tres looks de gala

Doblete para la esposa de Federico de Dinamarca, que tuvo una agenda intensa este jueves. Dos citas muy diferentes pero para las que apostó por rescatar prendas de su fondo de armario. La primera, un mono gris de Max Mara que le vimos durante la visita que hicieron la princesa Victoria y Daniel de Suecia al país. La segunda, con una sorpresa, ya que vimos cómo Mary de Dinamarca ha customizado otra vez un vestido de flores, consiguiendo con un solo diseño tres looks de gala.

Durante la cena para celebrar el 4º centenario del Børsen, el histórico edificio que acoge la Bolsa en Copenhague, lució un modelo que ya le habíamos visto en ocasiones anteriores. Pero lo hizo de forma diferente y prescindiendo de uno de sus elementos más característicos.

Se trata de un vestido de flores del diseñador danés Lasse Spangenberg al que ha sabido dar una nueva vida. Lo estrenaba en 2018 para una cena de gala con los Macron y lo rescataba cinco años después, para uno de los actos por el jubileo del rey Carlos Gustavo de Suecia que se celebraron en 2023. Pero en ninguna de estas ocasiones lo ha lucido igual que en la anterior.

En 2018, cuando lo estrenó, vimos que se trataba de un diseño con escote palabra de honor, pero con un añadido en negro que iba desde el pecho y caía por toda la parte posterior, creando un efecto de capa asimétrica.

Cinco años después, lo volvió a lucir para el concierto con el que el monarca sueco celebró sus 50 años en el trono, aunque con dos diferencias notables. Por un lado, le añadió un cinturón con pedrería que marcaba la silueta. Por otro, quitó el añadido negro del borde del escote y se lo colocó directamente en el cuello, a modo de fular.

El pelo suelto, con algunos mechones recogidos en el lateral permitía ver los pendientes, un diseño tipo briolette con pequeños diamantes y rematados con unas vistosas turquesas.

Y llegamos hasta 2024 y esa cena de gala en el histórico edificio de la capital danesa. Una cita en la que Mary de Dinamarca se puso romántica y sostenible, reutilizando de nuevo este vestido de flores. Lo hacía dejando el cinturón de la segunda vez, pero prescindiendo completamente del añadido negro, luciendo el escote palabra de honor de forma limpia.

El peinado, con la raya en el centro y los mechones delanteros bien retirados tras las orejas, también dejaba ver los pendientes, muy parecidos a los anteriores pero rematados con una gran amatista, que es la piedra que se asocia a febrero, el mes de nacimiento de la reina Mary de Dinamarca.

Precisamente, el color de la piedra preciosa combinaba con el clutch, un modelo de Prada en morado que fue el único elemento de este look que Mary de Dinamarca estrenaba para esta cena de gala. A sus pies, unos stilettos en negro de Gianvito Rossi.

Pero no podemos olvidarnos del detalle más romántico del atuendo, ya que el palabra de honor permitía ver el collar, ese diseño con la F, la inicial de su marido, que la australiana luce siempre que puede.