El mismo velo que Mary de Dinamarca y una tiara con historia para su boda real: los detalles del look nupcial de Teodora de Grecia

La cuenta atrás para la boda real de Teodora de Grecia ya ha arrancado. Tras posponer el enlace hasta en tres ocasiones, el próximo sábado la sobrina de la reina Sofía por fin le dará el 'sí, quiero' a su prometido, el estadounidense de origen indio Matthew Kumar, en una ceremonia que se celebrará en la catedral Metropolitana de Atenas, la misma en la que se casaron los Reyes eméritos de España en 1962. Por supuesto, el secreto mejor guardado es el vestido que lucirá la novia, aunque ya conocemos detalles de la tiara y el velo que llevará en su gran día.

Y es que existe una tradición en la familia real danesa por la que todas las descendientes directas de la reina Ingrid tienen que lucir en su boda una tiara y un velo en concreto. Así lo hicieron sus tres hijas, Margarita II, Benedicta y Ana María de Grecia, así como sus nietas Alexandra y Nathalia de Sayn Wittgenstein Berleburg y Alexia de Grecia. Teodora es la última de las nietas de Ingrid que queda por casar, y pronto se unirá a esta lista junto a su hermana y sus primas alemanas.

La tiara que lucirá Teodora es la conocida como Jedive. Realizada por Cartier con oro blanco y platino, fue un regalo a Margaretha de Connaught, madre de la reina Ingrid, por parte del jedive de Egipto con motivo de su boda con el príncipe heredero de Suecia. A su prematura muerte, la joya pasó a manos de su única hija, Ingrid, que por aquel entonces tenía 10 años. Esta la introdujo al joyero danés al casarse con Federico IX de Dinamarca.

Fue su hija pequeña, Ana María, quien heredó la pieza a la muerte de Ingrid, la primera que la lució como tiara nupcial en su boda con Constantino de Grecia, y ahí empezó la tradición. "Cuando mi hermana pequeña se casó, mi madre pensó que esa tiara sería la ideal porque es bonita y ligera. Y como ella la había lucido, a Margarita y a mí se nos permitió también llevarla en nuestras bodas", explicó la princesa Benedicta en un documental. Desde entonces, todas las descendientes de la reina Ingrid la han lucido.

En cambio, a las mujeres que han entrado a la familia, como Mary y Marie de Dinamarca, Marie-Chantal Miller o Nina Flohr, no se les ha dado la opción. Se espera que las bisnietas de Ingrid sigan también con esta tradición.

La difunta reina tiene diez bisnietas: Isabella y Josephine, hijas de Federico de Dinamarca; Athena, hija de Joaquín de Dinamarca; María Olympia, hija de Pablo de Grecia; Arrieta, Ana María y Amelia, hijas de Alexia de Grecia; Ingrid von Pfeil und Klein-Ellguth, hija de Alexandra Sayn Wittgenstein Berleburg; Louisa Johannsmann, hija de Nathalia Sayn Wittgenstein Berleburg; y Mafalda, hija de Gustav Sayn Wittgenstein Berleburg.

En cuanto al velo que lucirá Teodora, también perteneció a Margaretha de Connaught, quien lo llevó en su boda con el príncipe heredero de Suecia. A su muerte lo legó a su única hija, Ingrid, quien también lo portó en su enlace con Federico IX de Dinamarca. Desde entonces, ha ido pasando por todas sus descendientes, desde sus tres hijas, a sus nietas.

Sin embargo, Margarita II quiso hacer una excepción y dejó que en 2004, Mary Donaldson, por su condición de futura reina al casarse con el heredero, llevara en su boda con Federico este simbólico velo. En la actualidad, la australiana es la única no descendiente de Ingrid a la que se le ha permitido lucirlo.