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Así ha vivido María Dolores Ocaña su primer Pueblo Ejemplar junto a Letizia: entre el frío y la ilusión
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UN DÍA DE ALTURA

Así ha vivido María Dolores Ocaña su primer Pueblo Ejemplar junto a Letizia: entre el frío y la ilusión

La secretaria de la Reina ha optado por un look invernal con un gran plumas acolchado que contrastaba con la imagen de la familia real, menos abrigada

Foto: María Dolores Ocaña en Sotres. (Limited Pictures)
María Dolores Ocaña en Sotres. (Limited Pictures)

Este fin de semana, María Dolores Ocaña ha vivido su primer Pueblo Ejemplar en Asturias, acompañando a doña Letizia en uno de los actos más emblemáticos de la Casa Real. Para la nueva jefa de la Secretaría de Su Majestad, esta experiencia estuvo marcada por una mezcla de emoción e ilusión, aunque también por las bajas temperaturas que se sintieron en la pequeña localidad asturiana de Sotres. El evento, que cada año reconoce a un pueblo del Principado por su destacada labor social, cultural o medioambiental, es una cita especial para la familia real, que ha sabido adaptarse a las condiciones climatológicas propias del norte de España en esta época del año. Sin embargo, para Ocaña, todavía acostumbrándose a los desafíos de su nuevo cargo, el frío fue un factor evidente.

Mientras los Reyes y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, han lucido atuendos elegantes y livianos, con abrigos finos, americanas y jerséis, Ocaña ha optado por un plumas acolchado que contrastaba con la vestimenta más sobria de la familia real. La elección de su look, más preparado para combatir el frío, no pasó desapercibida y reflejaba la recomendación del alcalde de la localidad, que había sugerido en medios locales que los asistentes se abrigaran bien con “calcetos de lana y camiseta térmica”.

placeholder María Dolores Ocaña en la visita al Pueblo Ejemplar 2024 (Limited Pictures)
María Dolores Ocaña en la visita al Pueblo Ejemplar 2024 (Limited Pictures)

La abogada del Estado y nueva jefa de la Secretaría de la Reina desde el pasado 30 de abril está atravesando un período de adaptación a su nuevo rol en la Casa Real. Desde su nombramiento, ha acompañado a Letizia en diversos actos públicos, intentando mantener un perfil bajo y pasar desapercibida, siempre en un discreto segundo plano. Ocaña llegó a este cargo en sustitución del general José Manuel Zuleta, que había ocupado el puesto desde los tiempos en que doña Letizia aún era Princesa de Asturias. Con su nombramiento, se convirtió en la primera mujer en asumir esta responsabilidad, un hecho que marca un hito en la historia de la institución.

El de Pueblo Ejemplar no ha sido su primer acto junto a la mujer de Felipe VI. Ocaña debutó el 6 de mayo mayo en el concierto 'Emocionarte', celebrado en el Teatro Real, en el marco de los eventos previos a los Premios Princesa de Girona. En aquella ocasión, su presencia también fue sutil y reservada. Posteriormente, a final de ese mes, la volvió a acompañar en el desfile de las Fuerzas Armadas en Oviedo, donde sorprendió con un traje fucsia que llamó la atención de los presentes.

Las dos mujeres coincidieron en un acto público en 2019. La Reina y Ocaña presidieron la presentación del Centro Mundial de Valencia para la Alimentación Urbana Sostenible (CEMAS), una organización dedicada a la investigación y sensibilización sobre los grandes retos alimentarios y nutricionales que enfrentan las ciudades. Sin embargo, su relación profesional ha cobrado una nueva dimensión desde que la abogada del Estado asumió su actual cargo. Una posición que la sitúa como la mano derecha de la madre de la princesa Leonor y la infanta Sofía. Su participación en este evento tan emblemático supone un paso más en su progresiva integración en la vida pública de la Casa Real, donde cada gesto y elección son observados con detalle.

Este fin de semana, María Dolores Ocaña ha vivido su primer Pueblo Ejemplar en Asturias, acompañando a doña Letizia en uno de los actos más emblemáticos de la Casa Real. Para la nueva jefa de la Secretaría de Su Majestad, esta experiencia estuvo marcada por una mezcla de emoción e ilusión, aunque también por las bajas temperaturas que se sintieron en la pequeña localidad asturiana de Sotres. El evento, que cada año reconoce a un pueblo del Principado por su destacada labor social, cultural o medioambiental, es una cita especial para la familia real, que ha sabido adaptarse a las condiciones climatológicas propias del norte de España en esta época del año. Sin embargo, para Ocaña, todavía acostumbrándose a los desafíos de su nuevo cargo, el frío fue un factor evidente.

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