Beatriz de Holanda comparte acto con la viuda de su hijo Friso: de la anécdota del bastón al look Missoni de Mabel

Beatriz de Holanda siempre ha sido una segunda madre para sus nueras. Su figura está muy alejada de la típica suegra con malas intenciones. Ella quiere a las mujeres de sus tres hijos: Máxima, casada con Guillermo Alejandro; Laurentien, esposa de Consantin, y Mabel, viuda de Friso. Este mismo miércoles, a la otrora reina de los Países Bajos le tocó compartir acto oficial con la princesa Mabel, y ambas demostraron que, doce años después del fallecimiento del príncipe, siguen manteniendo una buenísima relación.

Y es que, a pesar de las circunstancias, Mabel es y será siempre la madre de dos de sus nietas, Luana y Zaria, fruto de su matrimonio con Friso. Y fue el recuerdo del príncipe lo que volvió a unir a suegra y nuera en la agenda real. Las dos mujeres se reunieron en la Universidad de Ciencias Aplicadas de La Haya para hacer entrega del undécimo Premio de Ingeniería Príncipe Friso. Su ganador es considerado el Ingeniero del Año de los Países Bajos durante doce meses.

Muy sonrientes, Beatriz y Mabel llegaron en el mismo coche al acto y posaron abrazadas para los medios allí congregados. La otrora reina aprovechó la figura de su nuera para esconder el bastón con el que se ayuda. Viendo la jugada de su suegra, la princesa bromeó con la prensa: "No lo habéis visto. Yo lo tapo", refiriéndose al bastón, todo mientras Beatriz sonreía cómplice.

Para la ocasión, Mabel fue fiel a una de las firmas que más le gustan, la italiana Missoni. Como sus cuñadas Máxima y Laurentien, la princesa tiene un estilo un tanto peculiar. Muchos recuerdan todavía su vestido de novia de Viktor & Rolf, pues dio mucho que hablar ya que estaba lleno de lazos de distintos tamaños. De hecho, se convirtió en uno de los diseños nupciales más originales de la realeza.

Volviendo a la actualidad, Mabel optó por un conjunto de tres piezas, realizado en lamé zig zag, la marca de la casa, en tonos oscuros multicolor. Está formado por unos pantalones de estilo palazzo, un top con el bajo liso en color negro y un cardigan largo. La princesa completó su estilismo de Missoni con unos salones negros de Prada, con lazada en la parte delantera y una cartera de mano de Bottega Veneta.

Fue el 12 de febrero de 2012 cuando la vida de los Orange cambió por completo. Friso se encontraba esquiando cuando fue sepultado por una avalancha, quedándose sin oxígeno durante demasiado tiempo. El príncipe fue entonces ingresado en un centro de Innsbruck, donde Mabel y Beatriz permanecieron a su lado día y noche. Tras unos días de angustia, llegaban las peores noticias: el daño cerebral era importante y la situación no era muy esperanzadora.

Después de unas semanas, Friso fue trasladado al Hospital Wellington de Londres, donde vivía la familia. Allí una incondicional Mabel recibía el apoyo de su suegra tan a menudo como las obligaciones oficiales se lo permitían. Cuando se supo que no había posibilidades de mejorar la situación del príncipe, se lo llevaron al palacio de Huis ten Bosch, donde fallecería en agosto de 2013.