En fotos | Kate Middleton brilla en el Trooping the Colour: reaparición con el príncipe Guillermo y look vibrante

Londres vuelve a vestirse de gala para la celebración del tradicional Trooping the Colour, el desfile militar con el que se honra el cumpleaños del monarca. Una vez más, todas las miradas apuntaban a Kate Middleton, quien, con el paso de los años, se ha convertido en la gran protagonista del evento. No es de extrañar puesto que es la royal mejor valorada de la monarquía británica y cuenta con millones de acérrimos en todo el mundo. Así, ha vuelto a derrochar elegancia y felicidad ante los vítores y aplausos de aquellos que se encontraban por la zona.

Aunque el cumpleaños de Carlos III es en noviembre, la celebración tiene lugar en junio porque es una época marcada por el buen tiempo. Eso sí, aún así, algunos años se ha visto empañado por la lluvia. Así ocurrió en 2024, cuando millones de británicos esperaban, con ganas, la reaparición de Kate Middleton y Carlos III de Inglaterra. Señalar que los dos estaban inmersos en superar el cáncer que les habían diagnosticado a principios de año. La esposa del príncipe Guillermo brilló y fue aclamada por sus conciudadanos.

En esta ocasión, no ha llovido y han podido hacer su mítico desfile por The Mall en el que se les ha podido ver sonriendo y saludando a todos los que les estaban esperando desde hacía varias horas. La felicidad que han irradiado evidencia el buen momento que atraviesan tras uno de sus años más duros. Además, la cercanía que han tenido los británicos con ellos prueba que pese a los continuos escándalos que han protagonizado, siguen siendo una de las monarquías más queridas.

La princesa de Gales, una vez más, ha dado una lección magistral de elegancia contemporánea. Middleton ha optado por un abrigo-vestido midi estructurado en azul turquesa, una elección cromática brillante que funciona como una auténtica declaración visual. El diseño, con solapa blanca en contraste y cortes limpios, proyecta autoridad y sofisticación sin estridencias. También se le marcan, ligeramente, los hombros, lo que aporta estructura al conjunto. Imposible no destacar el broche de oro en forma de rosa que tiene colocado sobre el pecho y el peinado, un recogido pulido con ondas suaves.

El estilismo lo ha completado con un sombrero de ala ladeada en el mismo tono, decorado con flores de tela en relieve. Una vez más, con esta elección, ha hecho una referencia directa a la tradición de 'millinery' británico que sabe interpretar tan bien. Respecto a los pendientes, ha optado por unas perlas, elegantes y clásicas, que refuerzan su rol institucional y su conexión con el legado de la princesa Diana de Gales, a la que ha homenajeado en más de una vez con los looks que ha portado. Para la ocasión, la princesa Charlotte ha ido a juego en color con su madre.

Como se puede ver en las imágenes, el rey Carlos III de Inglaterra ha llegado en carruaje junto a la reina Camila. Algo que ya acaeció en 2024 por los problemas de salud que atravesaba el hijo de la difunta Isabel II. Así, otro año más, el monarca británico no ha pasado revista a las tropas a caballo. En su lugar, lo ha hecho el príncipe Guillermo, que en los últimos tiempos ha visto crecer su popularidad y ha asumido más compromisos institucionales por el bache de su progenitor.

Uno de los momentos más esperados era la llegada y salida al balcón de la familia real británica. Entre aplausos de los que se encontraban en la zona, han saludado con una sonrisa en el rostro que mostraba lo orgullosos que están de sus concidudadanos y del apoyo que tienen, pues más del 50% de los británicos están a favor de la monarquia y les siguen en cada uno de sus pasos. Más aún desde los problemas de salud que pusieron les pusieron en jaque.

Un año más, la princesa de Gales se ha convertido, sin ninguna duda, en la gran protagonista del día. En todo momento, ha estado pendiente de sus vástagos y ha lucido una imagen impecable. Así, Kate Middleton cada vez está más presente en los plano insitucional desmotrando que es una figura clave en la estabilidad y proyección de la monarquía británica. Su presencia, más allá del simbolismo, ha mandado un mensaje claro: que su compromiso sigue inteacto y que su papel se consolida con más fuerza que nunca.