Manuel Filiberto de Saboya se sincera sobre su separación de Clotilde Conrau: "Cometí el error de no contarle lo de Adriana Abascal y se enteró por la prensa"

En la realeza europea hay nombres que se diluyen con el paso de los años y otros que no paran de copar titulares en la prensa internacional. En esta segunda categoría se encuentra Manuel Filiberto de Saboya, quien, en los últimos meses, está en el centro del foco mediático por su vida sentimental. Desde hace unos meses, comparte sus días con Adriana Abascal -siempre que puede, pues viven en ciudades distintas- y se dejan ver irradiando felicidad. Pero este noviazgo no estuvo exento de polémica, pues el hijo de Vittorio Emanuele se acababa de separar de Clotilde Courau. Ahora, el príncipe ha despejado todas las dudas sobre aquella historia que hizo correr ríos de tinta.

Filiberto de Saboya es conocedor que, en la actualidad, muchos quieren saber los detalles de su relación con Adriana Abascal. Y aunque no ha ahondado en ello, sí ha contado como se conocieron. "Unos amigos en común nos presentaron. Una noche la invité a cenar a Fagnoli's en París y conectamos enseguida", ha confesado a 'Corriere della Sera'. También ha aseverado que atraviesan un buen momento: "Somos felices. Nos vemos a menudo aunque ella vive en Francia por trabajo y yo en Montecarlo". Aunque aún guarda el recuerdo de haber podido pasar su primer "verano juntos". También aplaude que la mexicana se lleve bien con "mi madre y con mis hijas".

Sobre su separación, Filiberto de Saboya asegura que no la hicieron pública "porque no le incumbe a nadie": "No tienes la obligación de contárselo al público". Además, ha deslizado que el hecho de que hayan tomado caminos por separado no significa que fuera en malos términos: "Nos llevamos de maravilla". Eso sí, el príncipe ha entonado el "mea culpa" sobre cómo hizo las cosas: "Al principio no fue fácil. Cometí el error de no contarle lo de Adriana enseguida y se enteró por la prensa". Por eso, aconseja a que quien esté viviendo una situación familiar "no cometa el mismo error que yo". Pero sí ha querido dejar claro que todo surgió cuando "ya estábamos separados".

Manuel Filiberto de Saboya no ha tenido reparo en hacer público cómo es su papel de progenitor. Incluso que Conrau le había llegado a "regañar" por no ser "lo suficientemente estricto". Aunque, para él, los padres no son estrictos y menos aún con sus hijas": "Clotilde es más bien una leona". Sobre sus descendientes, el príncipe cree que ambas "necesitan forjar sus propios caminos". Y así lo están haciendo. Mientras que Luisa estudia Derecho, Vittoria está formándose como actriz: "Está grabando una serie para France 2 y protagonizará otra en Amazon Prime". También confiesa a 'Corriere della Sera' que le gustaría que las dos "encontraran el amor, se casen y tuvieran hijos. Espero convertirme en abuelo".

Y, como era de esperar, ha tenido unas palabras para sus progenitores. De Vittorio Emanuele lamenta todo lo que tuvo que sufrir en vida: "No tuvo el calor de sus padres. Me dijo: 'Quiero darte el amor que yo nunca recibí'". Y así fue: "Siempre me lo dio todo. Pasábamos muchísimo tiempo juntos. Era extraordinario, amable, carismático. Lo echo mucho de menos". Sobre Marina Doria asegura que es "muy buena madre". Aunque si algo recuerda con especial cariño era su vida en Nueva York: "Eran días en los que no teníamos servicio doméstico. Desayunábamos juntos, los tres y mi padre preparaba los huevos. Nos convertimos en una familia 'normal', donde podía ver a mi madre haciendo la cama, por ejemplo".