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Las estrellas de Hollywood que defendieron la 'marca España'
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Las estrellas de Hollywood que defendieron la 'marca España'

Julie Christie es una de las últimas actrices que han elegido España como una residencia habitual, pero no la única, ya que muchos famosos de la meca del cine se han enamorado de nuestro país

Foto: De izquierda a derecha: Deborah Kerr, Errol Flynn, Julie Christie y Ava Gardner (Vanitatis)
De izquierda a derecha: Deborah Kerr, Errol Flynn, Julie Christie y Ava Gardner (Vanitatis)

La Lara más famosa del cine volvió a deslumbrar, esta semana, en Barcelona. La Semana de la Poesía de la Ciudad Condal contó con una invitada de excepción, la Julie Christie que hace justo cincuenta años visitaba nuestro país por primera vez cuando encarnaba al personaje que la hizo inmortal en Doctor Zhivago, cuyo rodaje transcurrió entre Madrid y Burgos. Pocos saben, sin embargo, que la de Barcelona no es una visita excepcional sino algo que forma parte de la vida cotidiana de la actriz, ya que vive largas temporadas en España. Ella y su pareja, el periodista Duncan Campbell, tienen casa en Adsubia, una localidad alicantina situada a 11 kilómetros de la costa. Pese a la fama de Christie, tanto ella como Campbell suelen pasar bastante desapercibidos en las épocas en las que está en Alicante. Como la Lara a la que amó Yuri Zhivago, a lo largo de los años han sido muchas las estrellas del cine y de Hollywood que han elegido España como residencia, generalmente de forma ocasional.

Errol Flynn:

De entre los países en los que vivió el gran aventurero del cine, España fue uno de los más recurrentes. Además de convivir con los soldados republicanos durante la Guerra Civil, Flynn también se instaló, ya en su madurez, en una Mallorca que le ofrecía mucho más que sol y playa. En plena luna de miel con la que fue su esposa, Patricia Wymore, el protagonista de Robin de los bosques navegaba hacia Gibraltar en su yate, el Zaca, y a ambos les sorprendió una tormenta de proporciones gigantescas. Obligados a llegar a tierra lo antes posible, no tuvieron más remedio que atracar en el puerto de Pollensa. Flynn prometió volver a Mallorca para quedarse y, en 1955, regresó para instalarse en el hotel Maricel y, algo más tarde, en el Bonsel. Allí le habían prometido tranquilidad y un anonimato que, por aquella época, era lo que más deseaba. Tanta paz encontró que fue él mismo el que llamó a un periodista para darle ciertos detalles de su estancia en Baleares. De la fugacidad de sus alojamientos hoteleros pasó a alquilar una casa llamada Es Molí en una de las zonas nuevas de Palma, Illetas. Allí echó ciertas raíces junto a Wymore, que compartió con él su amor por la isla al mismo tiempo que desarrollaba su insospechado talento como cantante.

Ava Gardner:

Conocida es por todos la etapa en la que el ‘animal más bello del mundo’ se enamoró de nuestro país, de Luis Miguel Dominguín, nuestra comida, de Museo Chicote y de todas las maravillas de una España que vivía su momento más cañí. Todo comenzó en 1953, cuando la estrella vino a recuperarse de un aborto. Ya se había sentido fascinada por el país cuando vino a rodar, tres años antes, Pandora y el holandés errante. Aunque no se sabe si conoció a Dominguín en la Feria de Sevilla, en Madrid o en una fiesta de la capital, lo cierto es que la protagonista de Mogambo, amante de todo lo que sonase a tópico español, pronto acudió a Las Ventas a ver a su ídolo con traje de luces. Tanto Dominguín como ella estaban invitados a la inauguración del Castellana Hilton y no pasó mucho tiempo hasta que tuvieron un primer encuentro sexual. Las historias sobre lo que el torero dijo de la primera noche que pasó con la actriz van desde lo literario a lo dantesco. “¿A dónde vas?”, parece que dijo ella al verle salir de la cama al día siguiente. “A contarlo”, replicó él. Ava volvió a España en la Navidad del 53 y lo que tan sólo era un acercamiento se acabó convirtiendo en una incipiente relación. El principio del fin llegó cuando coincidieron en Nueva York y a él se le ocurrió pedirle matrimonio. La negativa de ella significó también el fin de una relación que marcó el fin de su amor por la madre patria.

Deborah Kerr:

En 2008, Marbella engrosó su callejero con el de los nombres de Deborah Kerr y su marido, el escritor Peter Viertel. Ambos habían muerto con apenas unos días de diferencia en 2007 y el Ayuntamiento de la ciudad rendía así homenaje póstumo a la estrella de cine y a su marido, uno de los autores más importantes del siglo XX. La protagonista de De aquí a la eternidad residió primero en la zona del Marbella Club y después en una villa situada en Río Real. El año en el que Kerr llegó a nuestro país, 1965, significaba también el de grandes cambios en su carrera. Tras llegar a la madurez, la actriz se enfrentaba a una época de sequía profesional, ya que su último gran papel como protagonista en una película había sido en La noche de la iguana y a partir de ese año aparecería en títulos menores como Divorcio a la americana o Los temerarios del aire, que dejarían claro que su época de esplendor ya había terminado.

La etapa más marbellí de la vida de la actriz coincidió con su semirretiro en los años 70, década en la que no apareció en una sola producción. Más tarde, en los 80, volvió de forma ocasional a la interpretación por la vía de la pequeña pantalla, refugio habitual de muchas estrellas del pasado. Eso no le impidió seguir volviendo a su casa de Marbella y conocer a personajes como la condesa Romanones. Pese a que murió en Inglaterra tras empeorar del párkinson que padecía, la pelirroja más famosa del cine nunca olvidó los días dorados al abrigo de la Costa del Sol.

Gwyneth Paltrow:

“Tener una familia en Talavera es la cosa más bonita del mundo”, aseguraba la protagonista de Shakespeare in love hace tiempo, recordando la época en la que, con apenas 15 años, fue estudiante de intercambio en España y recaló en la casa de los Lázaro Ruiz, una familia “normal”, tal y como declaraba Julia, su matriarca, hace años a Vanitatis. En 2003, la localidad donde vivió con esa familia, Talavera de la Reina, le concedió el título de Hija Predilecta y el actor José Luis López Vázquez fue el encargado de hablar de la actriz. Fue el fallecido profesor Alberto San Román el que gestionó el intercambio de la actriz con la familia toledana. Nunca llegó a conocerla en persona porque en aquellos momentos estaba a punto de ser operado. Sin pretenderlo, provocó una huella en Paltrow que dura hasta el día de hoy. “Hubo un feeling especial con ella desde el principio”, aseguraba Julia Ruiz a pesar de su reticencia a contar anécdotas de la adolescente que años más tarde ganaría un Oscar de la Academia de Hollywood.
El paso de los años ha hecho que la actriz hable castellano de forma fluida y que cada vez que le preguntan por España se dibuje una sonrisa en su boca, ya que recuerda aquella época como una de las etapas señeras de su vida.

Orson Welles:

Su reciente centenario nos ha recordado por qué estuvo tan cercano a los españoles, a un país que le apasionaba; especialmente, la localidad de Ronda. Fue su amistad con el torero Antonio Ordóñez la que cimentó un amor por España que se tradujo en el rodaje de varias películas en nuestro país, de muchas visitas y de la elección del lugar de su descanso eterno en la localidad malagueña. El pozo donde descansaría eternamente el maestro del séptimo arte, siempre recordado por sus excesos, había sido regalado por el Ayuntamiento de Ronda al “maestro de maestros”, es decir, a Antonio Ordóñez. Sin embargo, también podría servir como epitafio para el creador de La dama de Shangai, que se dedicó a fumar puros, visitar el Museo Chicote y grabar con su cámara las corridas de toros en las que participaba su amigo. Como Hemingway, Welles sería el epítome de los famosos que se enamoraron de nuestro país y que han seguido promocionándolo, con tópicos o sin ellos, a lo largo y ancho del mundo.

La Lara más famosa del cine volvió a deslumbrar, esta semana, en Barcelona. La Semana de la Poesía de la Ciudad Condal contó con una invitada de excepción, la Julie Christie que hace justo cincuenta años visitaba nuestro país por primera vez cuando encarnaba al personaje que la hizo inmortal en Doctor Zhivago, cuyo rodaje transcurrió entre Madrid y Burgos. Pocos saben, sin embargo, que la de Barcelona no es una visita excepcional sino algo que forma parte de la vida cotidiana de la actriz, ya que vive largas temporadas en España. Ella y su pareja, el periodista Duncan Campbell, tienen casa en Adsubia, una localidad alicantina situada a 11 kilómetros de la costa. Pese a la fama de Christie, tanto ella como Campbell suelen pasar bastante desapercibidos en las épocas en las que está en Alicante. Como la Lara a la que amó Yuri Zhivago, a lo largo de los años han sido muchas las estrellas del cine y de Hollywood que han elegido España como residencia, generalmente de forma ocasional.

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