Elvis Presley: 40 años de la muerte del artista que 'nunca estuvo en España'

“Bueno, nunca he estado en España. Pero me gusta su música. Dicen que las mujeres están locas allá. Y seguro que saben cómo usarlo. Nunca abusan de ello. No lo puedo rechazar”. Esta curiosa letra (con una traducción igualmente extravagante) pertenece a 'Never Been to Spain', la canción que Elvis Presley interpretó en el Madison Square Garden, allá por 1972, cinco años antes de que se fuese para siempre. Fue un 16 de agosto de 1972 cuando el planeta enmudeció con su muerte, que tuvo lugar entre la inmensidad de Graceland, su mansión y su refugio espiritual. Apenas tenía 42 años y nacía entonces una auténtica leyenda de la música y de la cultura popular del siglo XX. Efectivamente, Elvis jamás pisó nuestro país, pero eso no ha impedido que esta misma semana, con motivo de la onomástica, muchos bares de 'rock' de nuestro país le rindiesen tributo.

Si en los años 50 fue el eterno símbolo del recién nacido 'rock and roll' e hizo mover la pelvis a millones de chicas alrededor del mundo, a finales de los años 60 las cosas eran bien distintas. Con bastantes kilos de más, ensimismado en su propio universo de caprichos y lujos y con reclusiones cada vez más frecuentes en su enorme mansión, poco iba quedando del joven que había hecho girar el rumbo de la música. Por aquel entonces, ya no vendía tantos discos como entonces y su estilo de vida le empezaba a pasar factura. Diagnosticado con hígado graso, con frecuentes problemas de estómago y con una afición descontrolada a los sedantes y analgésicos para controlar su estado de ánimo, empezaba a ser una pálida sombra de lo que fue. Uno de sus biógrafos, Peter Guralnick, recordaba que sus ingresos hospitalarios por sobredosis eran bastante frecuentes por aquella época.

Una de las razones para tanta desazón emocional quizá se encontraba en su separación de Priscilla, la que fue sin duda la mujer de su vida. Ocurrió en octubre de 1973 y desde entonces no le faltaron ni novias ni motivos para llenar su vida amorosa. Sin embargo, pocas permanecían a su lado. Por una razón o por otra, casi todas acababan alejándose de él. La última de ellas, Ginger Alden, fue la que se lo encontró sin vida en el baño alrededor del mediodía de aquel día de agosto de 1977.

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Unas horas antes, el propio Elvis le había dicho a su chica que se iba a leer al cuarto de baño, una de sus aficiones más comunes. Cuando ella se percató de que no volvía fue a buscarlo y se lo encontró alrededor de un charco de vómito. Aunque intentaron reanimarle, el 'rey del rock' había fallecido. Desde entonces, son muchas las biografías que han repasado su vida y milagros, sus relaciones amorosas y su forma de vida. El Paseo de la Fama de Hollywood Boulevard está lleno de pálidas imitaciones suyas y sus fans, también en España, se cuentan por cientos. Con él se iba una figura de primer orden, un mito imperecedero que promete seguir estando presente en nuestras vidas y en la cultura pop del siglo XXI. También en la española.