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El guateque y la Oreja
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LA COLUMNA

El guateque y la Oreja

Es una pena que guateque, una palabra tan evocadora y sexual para la gente de los setenta, se mezcle con una trama municipal para dar licencias

Foto: El guateque y la Oreja
El guateque y la Oreja

Es una pena que guateque, una palabra tan evocadora y sexual para la gente de los setenta, se mezcle con una trama municipal para dar licencias a los bares que ponen música. Aunque bien pensado, lo de 'licencia', 'trama' y 'música', tiene mucho que ver con los esfuerzos que teníamos que hacer para acercarnos a una joven en un ídem.

Ahora los guateques ya no existen, pero la música sí. Y aunque muchos agoreros interesados llevan años diciendo que el negocio se acaba, la verdad es que desde los setenta para acá, lo único que ha hecho ha sido crecer. A lo mejor las cifras no son tan espectaculares, ya se sabe, lo del top manta, descargas de Internet, SGAE sangrando lo que puede, las discográficas quejándose, en fin, una lástima... pero las multinacionales del disco siguen ganado dinero y son muchos los artistas que siguen apareciendo y triunfando. Y si no que se lo pregunten a La Oreja de Van Gogh y a su casa de discos Sony.

Creo, si la memoria no me falla, que fue en verano de 1998 cuando me llamó Carlos Iglesias de Sony para decirme que iban a lanzar a un grupo vasco que era una “bomba” (perdón por la palabra). Yo, en aquel momento, trabajaba en TVE en musicales. Cuando les escuché, me llegó rápidamente su sonido y sobre todo la voz de Amaya. ¡Qué grandes voces dentro de este nombre! Nos pusimos rápidamente a trabajar para que actuaran en algún programa de la ‘tele’, y pelotazo al canto... superventas, Números 1, entrevistas, conciertos y, desde entonces hasta hoy, más de seis millones de discos vendidos (al precio de El Corte Inglés, no al del top manta).

Ahora se separan, porque no se aguantan la voz y el guitarra, y todos saldremos perdiendo, porque ya no será lo mismo, ya no les veremos dando saltitos en los conciertos... pero no pasa nada, la música sigue y el negocio también. Aparecerá una solista y su casa de discos tan contenta. No será lo mismo, su sonido a grupo era magnifico. Por cierto, ¿no podrían ir a algún programa de la tele, que los hay, a reconciliarse?

* José Luis Fradejas fue presentador del programa musical 'Aplauso' que Televisión Española emitió entre 1978 y 1983.

Es una pena que guateque, una palabra tan evocadora y sexual para la gente de los setenta, se mezcle con una trama municipal para dar licencias a los bares que ponen música. Aunque bien pensado, lo de 'licencia', 'trama' y 'música', tiene mucho que ver con los esfuerzos que teníamos que hacer para acercarnos a una joven en un ídem.