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Analfabetos sexuales
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EL EROTICÓN

Analfabetos sexuales

Aunque acaban de cumplirse diez años de la creación de la mundialmente famosa pastilla azul y muchos continúan alabándola, la realidad parece ser que la presentada

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Analfabetos sexuales

Aunque acaban de cumplirse diez años de la creación de la mundialmente famosa pastilla azul y muchos continúan alabándola, la realidad parece ser que la presentada como una revolución, en muchos casos sólo es “un parche”. "La sexualidad no es sólo genitalidad. No es ‘te la meto y te la saco y nos corremos los dos y punto’”. El vaginismo, la anorgasmia y la eyaculación precoz siguen siendo el pan de cada día.

 

La Viagra -citrato de sildenafil- consigue una rápida y eficaz erección en el hombre que la toma, pero no es una receta mágica que acabe con los problemas de alcoba. La psicóloga y sexóloga Olga Pascual, que lleva tres décadas tratando la problemática sexual de los españoles, asegura que, a pesar de lo que muchos puedan pensar por lo que ven a través de los medios de comunicación, en los últimos diez años “no ha habido ningún cambio sustancial” en la vida sexual, si bien es cierto que “las generaciones más jóvenes la afrontan con más naturalidad y libertad”.

“La Viagra sólo ha solucionado problemas puntuales. Con ella consigues una erección mecánica pero si hay una problemática emocional de fondo que impide la erección, no se soluciona el problema. No ha resuelto nada a nivel de problemas más profundos o globales. Es un parche, no una revolución a nivel sexual ni ha cambiado muchas vidas”.

Es un buen invento porque ha resuelto cierto tipo de situaciones fenomenalmente bien, pero sólo soluciona un problema de erección cuando hay una situación muy concreta que lo está impidiendo. Además, eso sólo ocurre en el 50% de los casos. El resto corresponde a problemáticas más profundas”.

Se hacía y se sigue haciendo mal

La experta asegura que “el tema sexual va evolucionando favorablemente en el sentido de que está adquiriendo mucha más naturalidad y se funciona desde una mayor libertad. Algo que es mucho más apreciable en generaciones jóvenes. En las no tan jóvenes no ha habido cambios”.

“Siempre ha habido una problemática sexual importante. Lo que ha cambiado es la actitud y la forma de afrontar la situación. Ahora se aborda con un poco más de naturalidad”. Basándose en las consultas de su gabinete, afirma que “la gente ya no viene sonrojada, nerviosa, agobiada y angustiada, aunque sigue habiendo muchísima vergüenza. La sexualidad ha evolucionado mucho menos de lo que creemos. Parece que ha cambiado mucho pero no es así. Sigue siendo tabú, se sigue tardando mucho en acudir a resolver sus problemas y en hablar de ello y cuando se abordan los problemas no se abordan desde la tranquilidad... cosa que sí ocurre entre los más jóvenes”, explica.

En la escasa revolución a la que hace referencia la experta, “la Viagra no ha tenido nada que ver. Tiene más que ver los medios de comunicación, el cine, el que cada vez hemos estado más profesionales, el que se hacen más referencias al mundo de la sexualidad -aunque normalmente se haga mal-... La sexualidad ha tenido mayor difusión y de ahí va evolucionando muy poco a poco, pero sigo encontrándome con mujeres que consultan su problema de vaginismo 12 años después de padecerlo o un hombre con eyaculación precoz que ha venido al consulta a cabo de 15”.

¿Por qué no acudimos a la consulta de un profesional? ¿Nos da vergüenza? Olga Pascual afirma que “hombres y mujeres se sienten igual de mal. La diferencia está en los matices. En el hombre se le resiente mucho su autoestima cuando hay un problema sexual y en la mujer no tanto. A la mujer le preocupa más por la otra persona. Ellas se resignan más siempre y cuando el otro no se resienta demasiado. En ese caso, busca ayuda. Si no, se resignan y se acostumbran a la situación”.

La problemática que más se da es el “vaginismo, muchísima de anorgasmia, otra muy generalizada de falta de deseo sexual... y en el hombre lo más habitual es la eyaculación precoz”. Para la anorgasmia “no hay una solución. Que se dispare un tipo de problema se debe a muchas razones por lo que no hay una solución única para cualquier problema sino una solución para cada persona y para cada situación. Es un problema de dificultad, no de incapacidad porque todo el ser humano tiene capacidad de excitarse y sentir un orgasmo, tanto el hombre como la mujer, pero si esa capacidad no se ejerce, es que hay un bloqueo o una dificultad importante, no una incapacidad”.

Aunque el problema sigue existiendo, como ha existido siempre, la evolución a la que la experta hace referencia ha significado un descenso en la edad de las mujeres que acuden a tratarse. “La gente joven, como lo vive con más naturalidad, lo consulta antes. Hace 15 años quienes consultaban sobre su anorgasmia tenían 45-50 años y ahora, mayoritariamente rondan los 25 y los 35 años”.

La sexóloga asegura que “hay un porcentaje elevadísimo de problemas sexuales tratados tarde. La sexualidad se practica fatal y no funciona bien en general. Todo el mundo cree que sabe mucho sobre ella y sobre cómo vivirla y practicarla, pero en general se es tremendamente ignorante y analfabeto. Lo somos en la teoría y por tanto en la práctica, que es bastante patética. De esto no se habla y cuando se habla no se dice la verdad. Se cuenta lo que hay que decir; lo que se supone que piensa todo el mundo pero la vergüenza hace que no se hable de ello. Sigue siendo un tema del que no se habla con normalidad. Ya no con amigos íntimos, sino tampoco con la pareja se habla con fluidez este tema”.

Aunque no es mágica, sí que hay una receta para encarar mejor nuestra vida sexual. Debemos tener claro que sabemos mucho menos de lo que creemos porque “conocemos muy poco cómo es el funcionamiento sexual del hombre y de la mujer. Nos debemos informar mucho más. Debemos cuidar la actividad sexual y no vivirla como estrictamente genital porque somos un cuerpo y hay que utilizarlo todo. En el caso de que las cosas no salgan bien, no pasa nada. Tenemos que ser conscientes de que nadie sabemos de todo y que tenemos que aprender. Como en la sexualidad no se nos educa, tenemos que educarnos nosotros”, recomienda.

“La mujer no conoce en general su sexualidad y el hombre, que sí conoce la suya, cree que la de ella es igual a la de él, cuando no tiene absolutamente nada que ver. Si no sabes matemáticas no puedes sumar. Sale una chapuza”, ironiza.

“Tenemos la mente más abierta pero la misma ignorancia y el mismo mal hacer. El conocimiento y la práctica siguen siendo igual de desastrosos pero ahora la gente viene con un poco menos de vergüenza. Hay que seguir intentando mejorar las cosas. Queda mucho por hacer. Esto va a cambiar aunque muy poco a poco”.

Aunque acaban de cumplirse diez años de la creación de la mundialmente famosa pastilla azul y muchos continúan alabándola, la realidad parece ser que la presentada como una revolución, en muchos casos sólo es “un parche”. "La sexualidad no es sólo genitalidad. No es ‘te la meto y te la saco y nos corremos los dos y punto’”. El vaginismo, la anorgasmia y la eyaculación precoz siguen siendo el pan de cada día.